Una región de nuestro país afronta una de las peores sequías en 60 años

Desde 2007 se perdieron 1,8 millones de ovejas por las escasas precipitaciones. Este año llovió 45% menos que el promedio histórico y la situación podría agravarse.

¿Cuáles son los escenarios posibles para los próximos meses?

¿Cuáles son los escenarios posibles para los próximos meses?

26deSeptiembrede2016a las17:18

La Patagonia está sufriendo la peor sequía de los últimos 17 años y una de las principales en seis décadas. Un informe elaborado por la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) advierte que desde principios de 2016 hasta la actualidad se registraron precipitaciones hasta 45% inferiores respecto de los promedios históricos. La situación impactaría fuertemente sobre la producción ovina y es muy posible que se agrave en los próximos meses, debido a que los animales no tendrán suficiente pasto para alimentarse durante el verano de 2016 y el otoño-invierno de 2017.

El informe fue elaborado por investigadores de la cátedra de Forrajicultura de la FAUBA Gonzalo Irisarri, Rodolfo Golluscio y Fernando Cavagnaro, y del INTA Guillermo García Martínez en base a visitas a cinco estancias de Chubut y Río Negro, las provincias más importantes en la producción lanera de la Argentina: juntas, explican el 43% de las existencias ovinas del país.

La falta de humedad vienen haciéndose recurrente en estas provincias, con mayor impacto en 2007 y 2011, cuando se registraron dos de las 10 sequías más severas de los últimos 60 años y se combinaron con un aumento de las temperaturas mínimas y las erupciones de los volcanes Chaitén y Puyehue. Según estimaciones del Ministerio de Agroindustria, entre 2007 y 2014 se perdieron 1,8 millón de cabezas de ovejas sólo en Chubut y Río Negro, equivalentes al 12% de las existencias nacionales (14,5 millones de lanares).

¿Qué puede esperarse con la falta de humedad actual?

“Esta situación climática es de excepcional magnitud”, dice el informe elaborado por los investigadores de la FAUBA y del INTA. Además, indica que ya se observa un marcado retroceso en el crecimiento de la vegetación en esa región, con una alta probabilidad de que haya un escenario más complicado a finales de 2016 y durante la primera parte de 2017.

“El próximo año va a ser difícil pasar el invierno”, opinaron. Sucede que la producción del norte de la Patagonia se sustenta en diferir el crecimiento de primavera de los recursos forrajeros para garantizar la alimentación de las ovejas en el invierno. Pero esta primavera, la producción de pasto va a ser muy baja.