Soja: atraso en la comercialización ya impacta en los volúmenes exportados

La venta de la oleaginosa argentina del ciclo 2016/2017 registra una demora interanual del 12,3%, según la Dirección de Mercados Agrícolas; preocupación en la industria procesadora.

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El atraso en la venta de la soja cosechada impacta sobre las exportaciones de harina y aceite.

El atraso en la venta de la soja cosechada impacta sobre las exportaciones de harina y aceite.

02deJuniode2017a las09:17

La decisión de los agricultores argentinos de postergar lo máximo posible la comercialización de la soja no hace distinción entre gobiernos kirchneristas o macristas. Más aún, tras la reducción a cero de los derechos de exportación del trigo y del maíz dispuesta por el actual Gobierno, la oleaginosa se convirtió en la principal moneda de cambio retenida por los productores tras las cosechas. Sustenta esta práctica, además, una amplia variedad de créditos para el sector agropecuario, que permite preservar la soja para su comercialización sólo bajo necesidades muy puntuales y, sobre todo, cuando el valor ofrecido por fábricas y exportadores resulta atractivo para las expectativas del vendedor.

Como uno de los resultados de esta realidad comercial, recientemente el Ministerio de Agroindustria de la Nación elevó en un 6,9% las existencias finales de soja de la campaña 2015/2016, al incrementarlas de 7,30 a 8,10 millones de toneladas. Así, el remanente no comercializado por los productores se suma a los 58 millones de toneladas previstos por el organismo para la cosecha 2016/2017 y consolidan un volumen total para la oferta nacional del presente ciclo de 66,10 millones de toneladas.

En función de ese volumen, la Dirección de Mercados Agrícolas informó que al 24 del mes pasado las compras de soja conjuntas de la exportación y de la industria sumaron 21.338.900 toneladas, un 12,3% por debajo del volumen adquirido un año atrás, de 24.334.200 toneladas. El volumen reportado por el organismo es equivalente al 32,3% de la oferta negociable detallada anteriormente.

Y la consecuencia de la falta de fluidez en las ventas locales de soja ya se está plasmando en menores exportaciones de harina y de aceite de soja, dos rubros en los que la Argentina es el primer abastecedor global.

En efecto, el Senasa informó el martes que las exportaciones de harina de soja durante el primer cuatrimestre de 2016 cayeron un 38,6% respecto de igual segmento de 2016, al pasar de 8.889.453 a 5.457.735 toneladas. Vietnam continúa siendo el principal destino de la harina de soja argentina, con 956.164 toneladas, aunque sus compras cayeron un 30% desde las 1.358.799 toneladas precedentes.

Peor aún es la caída de las exportaciones de aceite de soja. Según el Senasa, las 324.263 toneladas negociadas durante el primer cuatrimestre de 2017 representan una caída del 82,7% respecto del volumen comercializado un año atrás, de 1.871.574 toneladas. En el período bajo análisis, la India volvió a ser el primer mercado para el producto argentino, con importaciones por 141.443 toneladas. Sin embargo, dicho volumen implicó una caída de sus compras de un 87% respecto de las 1.090.997 toneladas de igual segmento de 2016.