Pastoreo adaptativo en pastizales naturales puede elevar 100% la producción de carne
El pastoreo adaptativo en pastizales naturales puede elevar 100% la producción de carne, con altos márgenes brutos y una particularidad.
Campos de la Depresión del Salado ayudan a enfriar el planeta.
En los últimos 20 años en la Argentina, la agricultura continua expulsó a la ganadería de las mejores tierras hacia otras menos aptas para realizar cultivos. Allí, la carga animal se elevó y la actividad pecuaria se intensificó en base a insumos derivados del petróleo. En este marco, una investigación de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) en la Depresión del Salado mostró que haciendo un uso racional de los pastizales y con mínimos subsidios energéticos se puede producir el doble de carne por hectárea, mejorar la fertilidad del suelo, lograr altos rindes económicos y, contrariamente a la bibliografía en el tema, bajar la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) en la atmósfera, responsables del calentamiento global.
“Analicé las consecuencias de la intensificación ganadera en la Cuenca del Salado y los beneficios de implementar un sistema de manejo adaptativo del pastoreo, que consiste en separar la superficie forrajera en diferentes ambientes para luego manejarlos según los requerimientos de las especies vegetales más importantes en cada uno, casi sin aportes de energía fósil. Mis resultados mostraron que la producción de carne puede pasar de 100 a 200 kg/ha sólo usando el ingenio, e incluso mejorando el balance de GEI”, dijo Elizabeth Jacobo, docente de la materia Agroecología y de la cátedra de Forrajicultura de la FAUBA.
Ganadería vs. calentamiento global
“Una forma que las instituciones proponen para reducir la emisión de GEI y mitigar el calentamiento global es intensificar la producción ganadera. Sin embargo, yo creo que sólo se mira una pata del problema, que son las emisiones, y se deja de lado la fijación de CO2 de la atmósfera. Si bien es verdad que los animales liberan menos metano y óxido nitroso en sistemas a base de pasturas implantadas y maíz, los pastizales naturales pueden fijar cantidades muy grandes de dióxido de carbono en el suelo”, sostuvo Elizabeth.