La demanda y el clima en Sudamérica le ganan a la presión de cosecha

En el mercado local se combinaron las alzas de Chicago con la mejora en el tipo de cambio: la soja alcanzó los $4.400 por tonelada y despertó interés en los vendedores.

Campaña norteamericana. La trilla de soja y maíz en Estados Unidos ya está a toda marcha.

Campaña norteamericana. La trilla de soja y maíz en Estados Unidos ya está a toda marcha.

25deSeptiembrede2017a las08:33

Vivimos durante la semana pasada una nueva suba de los precios de la soja, que fueron acompañados de lejos por el resto de los productos. Este comportamiento no deja de llamar la atención porque está entrando la campaña nueva norteamericana, y con la cosecha en marcha el foco del mercado debería ser la presión de oferta y la comparación de rindes reales versus esperados.

Sin embargo el mercado se enfocó en otros fundamentos. El primero de ellos y que más ruido está haciendo es la demanda internacional. Esta semana casi todos los días se disparó el sistema de alerta por operaciones importantes de ventas norteamericanas de soja al exterior, y puntualmente el miércoles se reportaron negocios diarios por 1,7 millones de toneladas. En tanto las exportaciones semanales de EE.UU. estuvieron en más de 2,6 millones, superando hasta a los analistas más optimistas que esperaban 1,5 millones. Evidentemente para los compradores tomar soja a estos precios parece ser un buen negocio. Y si es bueno para quien compra, los vendedores deberían esperar por mejores valores.

El otro tema es el clima sudamericano. En el caso de Brasil las condiciones de humedad de los suelos son muy bajas. El tema es que resulta muy temprano como para preocuparse por esto. La campaña de siembra recién se inicia. De hecho hay lluvias pronosticadas para la semana próxima, con lo que el alivio estaría en camino. Lo que debería preocuparnos no es la posibilidad de que no se pueda sembrar, sino de que el ambiente seco persista hasta diciembre/enero cuando lleguen los períodos críticos para este cultivo. Otra cuestión que podría tener impacto es que si se siembra tarde en Brasil, la cosecha también se demoraría, y finalmente EE.UU. gozaría de mayor espacio temporal para colocar exportaciones sin la competencia de Brasil.