El Gobierno procura que China compre algo más que soja

Desojizar la relación comercial con China puede ser un objetivo más fácil de proclamar que de concretar. La necesidad de diversificar la oferta de productos que la Argentina exporta al gigante asiático ingresó en la agenda de negociaciones bilaterales y, más allá de las muestras de buena voluntad, la tarea comenzó a mostrar todas sus complejidades.

Con esta misión, viajó a Pekín el secretario de Comercio y Relaciones Económicas Internacionales, Luis María Kreckler, que buscará reforzar la semana próxima las conversaciones que mantuvieron en los últimos días el secretario de Industria, Eduardo Bianchi, y el subsecretario de Comercio Internacional, Ariel Schale, con las autoridades chinas. Aunque la contraparte es receptiva a este objetivo, advirtió que se necesita un mayor esfuerzo por parte de los propios empresarios argentinos.

"Estamos focalizados en el tema de la exportación de alimentos a China. Es el gran proyecto nuestro: alimentos con valor agregado", contó Kreckler a LA NACION poco antes de partir.