Mejor panorama para la ganadería

Faena de hembras: con la mejora de los precios, a partir de octubre de 2009, se recuperaron vientres.

17deDiciembrede2010a las07:48

El consumo de carne de los argentinos ha tenido una tendencia decreciente a lo largo del tiempo (en los últimos 50 años), pero entre 2006 y 2009 se ha incrementado, llegando incluso a los 70 kilos por habitante (en 2005 el consumo era de 62 kilogramos).

Esto fue el resultado de los precios (fijos) impuestos desde el Gobierno (agravado por la fuerte sequía de 2008/09 y por el cierre de las exportaciones cárnicas), que motivaron la liquidación de stock conllevando un aumento en la producción (faena) de carne, lo que traería aparejado la actual escasez.

Recorte. Desde 2006 hasta la fecha, las existencias de ganado en Argentina se redujeron un 15 por ciento (alrededor de nueve millones de cabezas). Este fenómeno de achicamiento de rodeos, claramente se aceleró durante el período de sequía. Entre el segundo semestre de 2008 y el primero de 2009 el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) informó que los bovinos vacunados en Argentina cayeron un 3,5 por ciento; y que entre esta primera etapa de 2009 y su segundo semestre esta caída fue aún mayor, llegando al siete por ciento. Esto motivó un incremento del 10 por ciento de la producción de carne (faena) entre 2005 y 2009.

La particularidad del ciclo ganadero, en el cual se incrementa la oferta cárnica (fruto de la liquidación de vientres) cuando los precios no resultan atractivos, hizo que durante esos años la situación pudiese perdurar sin mayores correcciones en los precios y que recién se manifestaran los efectos adversos durante 2010.