Los agronegocios cierran un buen año pero inician un 2011 incierto por la sequía
Los mercados externos les dieron a los granos lo que le sacaron al dólar y volvió la alegría a los commodities. Hoy, la preocupación se concentra en la incipiente sequía.
Los agronegocios cierran un muy buen año, sólo ensombrecido por la escasez de agua que ya se verifica mientras termina de sembrarse la soja, se acerca el período de floración del maíz y se recolectó casi la mitad de trigo en el país.
El precio de los granos en los mercados internacionales subió de la mano de la debilidad del dólar y los cimbronazos financieros que hicieron optar a los inversores por la seguridad y rentabilidad de los commodities. Este movimiento impulsó el valor de la soja 26% en Chicago y tocó el techo de los u$s 500 por tonelada para la posición más cercana.
En la región, la incipiente sequía prende luces amarillas en Brasil y la Argentina y logró que los precios locales amplificaran la suba: el amperímetro de la pizarra de Rosario titubea en torno de los $ 1.400 por tonelada, casi 40% más que hace un año.