La clave es la alimentación
La alfalfa, en pastoreo directo o para cosecha, tiene mucho por seguir creciendo. Qué dicen los especialistas.
08deEnerode2011a las08:30
Como la agricultura, también la ganadería, tanto de leche como de carne, necesita ir rompiendo paradigmas. Y la producción forrajera no es una excepción. Hace dos décadas, en la Argentina muchas explotaciones eran mixtas, e intercalaban 5 años de pasturas y 5 años de agricultura. Pero la introducción de la biotecnología y de la siembra directa cambiaron ese esquema, con lo cual se redujo el área de producción forrajera. La consecuencia fue una necesidad clara de intensificar la producción en esa superficie, para poder mantener la carga animal.
El cultivo estrella en la producción forrajera es la alfalfa. Y ella también reflejó esos cambios. Como indica el especialista Martín Zingoni, presidente de Forratec, hubo aspectos de manejo que comenzaron a cambiar: se achicó el distanciamiento entre hileras, aumentó el porcentaje de plantas logradas, se adecuó la fertilización a los altos potenciales de rendimiento y la cosecha se comenzó a pensar para lograr mayor producción pero también calidad.
En este camino, las alfalfas híbridas ocuparon un lugar de importancia, en paralelo a la concepción del cultivo como un elemento ya no sólo de consumo directo por parte de los animales, sino de cosecha, para la confección de reservas, dado que son materiales de alta producción de hojas, con tallos finos y gran cantidad de yemas por corona, lo que da una gran estabilidad a lo largo de los años. En este punto, la compañía tiene un acuerdo con la DairyLand Seed, un importante empresa de EE.UU. en el segmento.
El ingeniero agrónomo Esteban Alessandri, especialista en investigación y desarrollo, explicó que “la diferencia entre un híbrido y una variedad sintética no sólo radica en una mayor producción de materia seca, sino también en cambios en la estructura de planta y en los momentos en que el cultivo acumula la máxima tasa de materia seca por día con máxima calidad”. Por eso -indicó- “el manejo ideal de estos cultivares pasa por la complementación entre variedades”.
Zingoni sostiene que lo que hay que tener en mente es claro: “una mejor alimentación”. Y, para eso, indicó que los maíces sileros (Forratec tiene un acuerdo con Dow en este punto) también deben tener un lugar importante.