Fuerte gesto conciliador de la Presidenta a los empresarios
Rechazó el proyecto de la CGT para repartir ganancias entre empleados y negó que se vaya a prohibir el giro de utilidades al exterior; además, pidió a los gremios que sean menos conflictivos.
La presidenta Cristina Kirchner y el titular de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, junto a un funcionario de la Presidencia. Foto: LA NACION / Silvana Colombo
Al presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA) le temblaron los labios de la emoción. José Ignacio de Mendiguren acababa de escuchar a Cristina Kirchner decir palabras que los empresarios esperaban desde hacía más de un año, y empezó, entonces, él solo, un aplauso que enseguida siguió todo el auditorio y que sonó más sincero que otras veces.
Fue un giro contundente: la Presidenta sepultó ayer, ante el empresariado, el proyecto de ley de la CGT para repartir ganancias entre empleados, mencionó por primera vez la inflación, negó que pensara prohibir girar utilidades al exterior y pidió a los gremios terminar con los conflictos intersindicales y acatar las conciliaciones obligatorias.