La Corte llamó al Gobierno y a Clarín para debatir sobre la ley de medios

En medio de la campaña política, la Corte Suprema decidió convocar a una audiencia pública para que el Gobierno y el Grupo Clarín debatan, en presencia de los jueces supremos, sobre la ley de medios audiovisuales, uno de los temas más controvertidos de la gestión kirchnerista.

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La Corte llamó al Gobierno y a Clarín para debatir sobre la ley de medios
15deAgostode2013a las07:48

La decisión fue tomada ayer por todos los ministros del alto tribunal, que preside Ricardo Lorenzetti, y la audiencia, de altísimo voltaje político, tendrá lugar el miércoles 28.

Allí se verán la cara los abogados de ambas partes; los cinco amigos del tribunal que proponga cada una de ellas y los peritos. La Corte interrogará a todos. Pero, además, también habrá entre el público numerosos políticos y organizaciones sociales.

Es habitual que la Corte convoque a este tipo de debates públicos cuando enfrenta temas que son especialmente complejos, porque los ministros del alto tribunal aprovechan ese momento para hacer preguntas y sacarse dudas.

Pero si había un tema espinoso y conflictivo para elegir, el de la ley de medios, que enfrenta directamente a la presidenta Cristina Kirchner con el Grupo Clarín -al que la primera mandataria acusa de monopólico- supera todas las expectativas.

En efecto, esa norma, que fue sancionada en 2009, está plenamente vigente, excepto cuatro artículos que la presidenta Cristina Kirchner quiere aplicar para intentar desarticular al Grupo Clarín y que el multimedio impugnó con suerte diversa ante la Justicia.

Esos artículos establecen que un mismo empresario de medios no puede ser titular de TV abierta y de TV por cable; dispone que una empresa de cable no puede trasmitir más de una señal propia y no puede llegar a más de 24 localidades ni superar el 35 por ciento de abonados y obliga a las empresas que superan esos límites a desprenderse de sus licencias en el plazo de un año.

El caso

Desde un primer momento, el Gobierno puso todas sus expectativas en un fallo judicial que obligue al Grupo Clarín a desinvertir e, incluso, le puso una fecha -el 7 de diciembre- que pasó sin pena ni gloria.