El mercado de campos sigue pesado por el cepo y la presión impositiva

Los valores argentinos están planchados por el cepo cambiario, por la alta presión impositiva y por los márgenes muy ajustados en todas las actividades, según observa Pablo Bercetche, de la sección Campos de Álzaga Unzué y Cía.

El mercado de campos sigue pesado por el cepo y la presión impositiva
14deSeptiembrede2013a las08:11

Otro logro del modelo K: la caída de valor de los campos argentinos determina que sean más baratos que los uruguayos. Por ejemplo, un campo agrícola de Entre Ríos se cotiza a 7000-8000 dólares por hectárea, mientras que uno de similar calidad en la vecina orilla se puede vender a 12.000 dólares por hectárea, según compara Alejandro de Elizalde, de la firma Elizalde, Garrahan y Cía.

Otra aplanadora que achata los valores es la ley 26.737, que limita la compra y tenencia de campos a los extranjeros. Esta norma permite adquirir solamente 1000 hectáreas de campo agrícola o su equivalente en otras provincias. "Ese límite le puso tarjeta roja a inversores con grandes capitales", observa de Elizalde.

Además, las operaciones deben pasar por una "aduana": tienen ser autorizadas por funcionarios del Registro Nacional de Tierras, un organismo creado recientemente, antes de escriturar. "Los funcionarios del Registro traban, preventivamente, la venta de un campo si es atravesado por un arroyo, por ejemplo, porque hay un artículo de la ley que tiende preservar las grandes masas de agua", agrega el operador. "Es razonable imponer algunas restricciones a la adquisición de tierras por parte de extranjeros en el país, pero no de la magnitud de la ley argentina. Hay limitaciones en Brasil y en los EE.UU., pero con exigencias acotadas, mientras que no hay restricciones en el Uruguay", distingue Elizalde.