Inundaciones y sequía complican la campaña

En la zona núcleo, el exceso de lluvias compromete los rendimientos, mientras que en el norte de La Pampa la falta de agua destruyó la cosecha gruesa.

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Inundaciones y sequía complican la campaña
15deFebrerode2014a las07:00

El clima extremadamente turbulento e irregular como pocas veces se ha visto condiciona la actual campaña agrícola. Tanto es así que conviven a no más de 200 kilómetros regiones como el norte bonaerense sobrepasada de lluvias de hasta 500 milímetros acumulados en lo que va de febrero con zonas del oeste de esta provincia y de La Pampa en donde no hay precipitaciones desde diciembre.

Inundaciones y sequía. Por un lado el exceso de humedad afecta porque hay tierras anegadas, rendimientos y calidad de granos amenazados y caminos intransitables que impiden el ingreso en los campos. Las pérdidas de superficie en los cultivos de soja y maíz en la zona núcleo es del 3 y 5 por ciento, respectivamente, y sendas mermas potenciales en los rendimientos por enfermedades son del 30 y del 30 40 por ciento. En el otro extremo, la falta de agua, directamente arrasa los campos (ver aparte).

¿Cómo se explica este clima caprichoso? "La diferencia obedece a la instalación de los sistemas nubosos sobre el norte de Buenos Aires, Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba. El origen de las importantes lluvias fue el continuo flujo de viento norte que ingresó mucha humedad en distintos niveles atmosféricos y la acción de una dinámica cuasiestacionaria en dichas zonas. Hacia el centro y sur bonaerense no hubo actividad de los dos mecanismos antes mencionados", explicó a LA NACION José Luis Aiello, director de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).

En tanto, según el informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los registros acumulados en los primeros doce días del mes son "impresionantes": Ramallo, 497,4 milímetros; Pergamino, 400; Bigand, 355, y los alrededores de Rosario fluctúan entre 170 y 270 milímetros. Estas localidades delimitan la zona con los mayores problemas de excesos hídricos que tendrían pérdidas de superficie en los cultivos de soja y maíz entre 3 y 5 por ciento.

"El clima es muy cambiante, estamos en un año definido como neutro, no es Niño, porque no hay influencia del océano Pacífico. Es un fenómeno muy extraño." Otros años en esta época estamos pidiendo agua", dijo el ingeniero Cristian Russo, jefe del equipo de investigadores del GEA.

En la institución señalan, además, que en todo el corredor que va desde el centro-este de Córdoba y se extiende por el nordeste bonaerense, centro y sur de Santa Fe y termina por toda la provincia de Entre Ríos se estiman pérdidas entre 1 y 5% de la superficie sembrada de soja.

Según el informe, las aplicaciones de fungicidas e insecticidas que comenzaron la semana pasada, debieron suspenderse por el mal tiempo y algunos productores optan por realizarla en forma aérea lo cual implica más costos. Este escenario es preocupante ya que es un momento (R4-R5) en que la soja amerita controles para mantener su potencial de rinde.

"Hasta el momento la lluvia provoca problemas en los caminos, están inundados y no podemos entrar para monitorear el estado de los cultivos", agregó Russo.

No obstante, el informe del GEA señala que si se logra controlar los problemas de enfermedades estas lluvias también pueden impactar positivamente en la producción de la oleaginosa y en maíces tardíos.

Respecto del futuro, el ingeniero Eduardo Sierra, especialista en climatología, señaló que la campaña agrícola 2013

2014 "continuará siendo afectada por una marcha agroclimática extremadamente irregular que presentará una sucesión de riesgos". Y enumeró estas variables: