Rusia advirtió por expulsión del G-8
Rusia consideró contraproducente marginarla del G8 por la crisis de Crimea, que le costó el cargo al ministro de Defensa en Kiev y de donde siguen retirándose las tropas ucranianas.
Dimitri Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin, afirmó que Rusia está dispuesta a mantener contactos con los países del G8 (que además de Rusia incluye a Alemania, Canadá, EEUU, Francia, Italia, Japón y Gran Bretaña), pero considera "que la falta de voluntad de otros países para continuar el diálogo es contraproducente para nosotros, pero también para nuestros socios".
Las potencias del G7, el club informal de países más industrializados, decidieron suspender su participación en la cumbre que organizaba Moscú para junio en Sochi y la reemplazaron por una reunión en Bruselas en la misma fecha.
Rusia "tiene obligaciones internacionales y responsabilidades", sostuvieron los mandatarios del G7 en un comunicado en el que le recuerdan a Moscú que este grupo informal, al que Rusia fue invitada a participar en 1998, nació "por las convicciones y las responsabilidades compartidas". "Las acciones de Rusia de las últimas semanas no concuerdan con ellas", añadieron reservándose la posibilidad de imponer sanciones sectoriales contra Moscú.
En Ucrania, el Parlamento aceptó la dimisión del ministro de Defensa, Igor Teniuj, criticado por su gestión de la pérdida de Crimea, anexada oficialmente a Rusia la semana pasada, y nombró en su lugar a Mijailo Koval.
La partida de Teniuj fue rechazada inicialmente por falta de votos suficientes, pero luego fue aprobada por 228 diputados, y se nombró a su reemplazante en una sesión agitada.