Boudou acusó a los Ciccone y negó nexos con la imprenta
En su declaración de ocho horas ante el juez Lijo, responsabilizó a los fundadores de la empresa de montar una "puesta en escena"; señaló al banquero Moneta como una figura clave en la ruta del dinero.
|En un hecho sin precedente, Amado Boudou declaró ayer, por primera vez, como acusado del caso Ciccone. Dijo que de ningún modo se apropió de la imprenta, que la versión de los dueños originales de la empresa fue una "gran puesta en escena" y que el juzgado que lleva la causa omitió investigar a "empresarios de fuste" que, según él, estuvieron detrás del traspaso de la compañía.
Cuando el juez Ariel Lijo le preguntó puntualmente a qué empresarios se refería, el vicepresidente nombró sólo a Raúl Moneta, hoy afectado por una grave enfermedad. Lo consideró clave en la ruta del dinero y comparó su actuación con la que tuvo en otros tiempos el empresario Alfredo Yabrán, quien, según Boudou, también fue financista de los Ciccone, como Moneta.
Además, sostuvo que el juez investigó cuestiones muy menores , como facturas "de cable" (por los servicios de su departamento), y no los millones que, dijo, movieron empresarios importantes.
La indagatoria, que Boudou pedirá ampliar, fue apacible, según fuentes tribunalicias. Durante las ocho horas que duró la audiencia, el vicepresidente cuestionó algunas decisiones del juzgado y criticó la marcha de la causa, pero no denunció al juez. Dejó a salvo de sus críticas al jefe de la AFIP, Ricardo Echegaray , y no se salió de su discurso mediático.
Boudou llegó a los tribunales de Comodoro Py minutos después de las 11, acompañado por sus abogados. No quiso entrar por el sótano. Subió sonriente las escalinatas centrales del edificio, saludando, mandando besos y haciendo la "V" de la victoria. "Gracias, gracias", decía a todos los que le gritaban y también a una mujer que, cara a cara, le dijo "¡ladrón!".
La audiencia empezó con una dosis de conflicto . Boudou insistía en que lo dejaran filmarla para transmitirla en vivo. El juez, que ya le había dicho que no dos veces, volvió a negarse, y el vicepresidente le dijo que era "falaz" su argumento de que el expediente era secreto. Criticó entonces supuestas filtraciones de información que se publicaba en Clarín y LA NACION. Varias veces a lo largo de su exposición Boudou volvió sobre su denuncia de "linchamiento mediático".
Cerrado este tema, antes de empezar a defenderse, el vicepresidente le pidió al juez que le aclarara con qué pruebas lo acusaba de haber sido dueño de Ciccone. Pero Lijo le advirtió que eso no era "un diálogo" sino una indagatoria, donde quien recibía las preguntas era el acusado. Después de que le leyeron las acusaciones, el vicepresidente hizo un relato de su versión del caso, donde negó haber tenido cualquier "interés" en el levantamiento de la quiebra de Ciccone. Si bien siempre dijo que estaba haciendo una defensa jurídica, no eludió algunas críticas de claro corte político. Por ejemplo, cuando se defendió de la acusación ligada a la Casa de la Moneda. Según el juez, hay pruebas de que frenó un proyecto para modernizar este organismo para quitarle competencia a Ciccone.
Boudou lo negó y dijo que el deterioro de la Casa de la Moneda había sido culpa del gobierno de la Alianza, que tenía entonces trabajando ex directivos de Boldt. Pero Boudou afirmó que el "desguace" se concretó con el gobierno de Eduardo Duhalde, que le quitó ciertas exclusividades que tenía la Casa de la Moneda.