El INTA desarrolló el primer fungicida biológico del país

Se aplica de forma directa sobre semillas y controla más del 40% de los hongos del suelo que afectan al trigo y otros cereales. Lo comercializará la empresa argentina Rizobacter.

El INTA desarrolló el primer fungicida biológico del país
16deJuliode2014a las09:20

Por primera vez, los productores argentinos contarán con un nuevo bioinsumo para tratar las enfermedades fúngicas que afectan al trigo y otros cereales de invierno. Se trata de Rizoderma, un fungicida biológico desarrollado por científicos del Instituto de Microbiología y Zoología Agrícola del INTA –Buenos Aires–, que permite controlar aproximadamente un 40% de los hongos fitopatógenos del suelo que reducen la emergencia de las plantas en el cultivo.

Este producto, que se aplica de forma directa sobre las semillas, llegará al mercado de la mano de la empresa Rizobacter, con la cual el INTA firmó un convenio de vinculación tecnológica. De acuerdo con ensayos realizados por la empresa sobre campos de la región pampeana, tras la aplicación del biofungicida se registraron aumentos del rinde de unos 190 kilos por hectárea.

A diferencia de otros productos de síntesis química, este bioinsumo evita que se elimine la flora benéfica del suelo.

“La ventaja de emplear un producto biológico es que contribuye a restaurar el equilibrio del suelo”, dijo Laura Gasoni, la especialista de INTA que encabezó la investigación y que estudia el tema desde hace ya dos décadas.

Para Gasoni, la función de este nuevo producto no es “destruir al patógeno por completo, sino limitar el daño que ocasionan los organismos fitopatógenos en el cultivo”. De ese modo, con esta aplicación, es posible obtener “una mayor emergencia de plantas ya que, normalmente, cuando los patógenos atacan en el estado de semilla, se observa una disminución del stand”, indicó la técnica.

De igual modo, los ensayos confirmaron que la acción de los fitopatógenos correspondientes al complejo de Fusarium se redujo entre un 40 y 50% a partir de la aplicación del producto. “Un nivel aceptable”, calificó la técnica.