Malezas: las claves para un control eficiente
Cada vez son más resistentes y su manejo es hoy una de las principales preocupaciones de los productores. Uso planificado de herbicidas, monitoreo permanente y detección temprana resultan fundamentales.
La lista de malezas resistentes se amplía todo los años, Eleusine indica, Chloris spp., Borreria verticillata y yuyo colorado, entre otras.
El manejo y control de las malezas se convirtió en una de las principales preocupaciones de los productores: generan pérdidas económicas por competir por el agua y los nutrientes del suelo, además de que interfieren durante la cosecha. Por esto, son fundamentales el monitoreo permanente de los lotes, la información y la planificación para actuar a tiempo y evitar que se agrave el problema.
“Erradicar una maleza es muy difícil”, expresó Diego Ustarroz, especialista en control de malezas del INTA Manfredi (Córdoba), quien aseguró: “Se puede disminuir la población y para eso es necesario minimizar la producción de semillas”.
Para Ustarroz, “la clave está en recorrer los lotes, identificar las especies y hacer un manejo de sitio específico”. Además, señaló que “conocer la historia del lote permitirá ajustar el manejo de acuerdo a la comunidad de malezas presentes, poniendo énfasis en las de difícil control”.
En los últimos años, el control químico se transformó en el método de intervención más utilizado y eficiente en la lucha contra las malezas, para lo cual es imprescindible contar con información previa y planificar para que el problema no se agrave. Los herbicidas demostraron ser buenos complementos para el manejo de malezas.
“El control debe comenzar previo a la siembra del cultivo para eliminar malezas emergidas y plantas ‘guachas’ de cultivos anteriores”, expresó Francisco Bedmar, docente de la Facultad de Ciencias Agrarias, de la Unidad Integrada del INTA Balcarce (Buenos Aires).
Consejos para un buen control
De acuerdo con Bedmar, es imprescindible realizar un diagnóstico para identificar correctamente las especies de malezas presentes y determinar su estado de desarrollo y/o crecimiento antes de aplicar productos de postemergencia, en barbecho.