Comenzó "A Todo Trigo 2015": se renueva la expectativa

“A Todo Trigo”, el congreso organizado por la Federación de Acopiadores abrió esta mañana con una nutrida agenda. Se espera que los principales candidatos presidenciales compartan los detalles de sus propuestas para el cultivo.

"Recuperar la confianza perdida de este país y que vuelvan a considerarnos como buenos proveedores nos va a llevar años de esfuerzo" señaló el Pte. de la Federación de Acopiadores.

"Recuperar la confianza perdida de este país y que vuelvan a considerarnos como buenos proveedores nos va a llevar años de esfuerzo" señaló el Pte. de la Federación de Acopiadores.

29deAbrilde2015a las12:10

La sexta edición del Congreso “A Todo Trigo” organizado por la Federación de Acopiadores abrió esta mañana con una nutrida agenda, la participación de especialistas de primer nivel y la esperanza renovada de encontrar soluciones que cambien el marco adverso que ha encontrado el cultivo durante los últimos años.

Durante la apertura del Congreso, el presidente de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara, expresó que “A Todo Trigo 2015” es el congreso “más relevante en esta materia a juzgar por la jerarquía de los expositores que nos acompañan y la calificada y nutrida concurrencia que da brillo a nuestra convocatoria”.

Y continuó: "En los primeros encuentros, allá por el año 2004 y 2006, nos ocupábamos de la importancia del trigo en los planteos productivos y procurábamos colocar a la producción en su máxima frontera tecnológica, analizando con profesionalismo la matriz productiva, así como aspectos de calidad y rendimientos. Por entonces, nuestra visión era optimista y productivista: crecimiento y activa penetración por ventas en los mercados internacionales, en un marco donde las señales de precios orientaban la utilización de los recursos productivos".

"Pero fue durante el segundo congreso de A Todo Trigo, en el año 2006, cuando con verdadera sorpresa, se difundió la noticia del cierre, por razones operativas, de los registros de exportaciónComo indica la experiencia, cuando se interviene algo que no se conoce ni se domina, en lugar de solucionar posibles fallas y orientarse hacia lo óptimo, lo que se genera es un gran desastre. Más aún cuando los responsables se niegan a escuchar y a debatir, porque no se puede opinar sobre lo que no se conoce ni mucho menos regularlo", agregó Rivara.