Soja: manejo del cultivo en un año Niño
La diversidad de los agentes causales de enfermedades en soja, como así también la prevalencia de las patologías que provocan, se incrementaron con el correr de los años, desde el ingreso de este cultivo al país. Sugerencias de manejo.
Con pronóstico de precipitaciones frecuentes existen aspectos en el manejo del cultivo a considerar para prevenir posibles epidemias.
La expansión de la frontera agrícola, la ausencia de rotaciones, la uniformidad varietal, las prácticas que permiten la conservación de rastrojo en superficie, son algunos de los motivos que propician el problema.
Sin embargo, no todas las enfermedades resultan limitantes cada campaña y en esto se suman a los anteriores dos aspectos importantes: las condiciones ambientales y el manejo del cultivo.
Las condiciones ambientales involucradas en la aparición y progreso de una enfermedad no se limitan a lluvias y temperaturas; influyen también otros factores como:
- Humedad relativa
- Horas de mojado foliar
- Heliofanía
- Vientos
- Humedad de suelo
- Fertilidad
- Altura de napas
¿Cómo prevenir el impacto sanitario?
Sin embargo, con un pronóstico de precipitaciones frecuentes, anunciado ya para la próxima campaña (Servicio Meteorológico Nacional, 2015), existen ciertos aspectos en el manejo del cultivo que deberíamos considerar para prevenir el impacto sanitario de posibles epidemias.
Los suelos fríos y húmedos, así como la falta de oxígeno por planchado o la escasa disponibilidad hídrica, son condiciones que propician la aparición de enfermedades de pre y post emergencia (“damping off”).
Antes de sembrar...
En estas situaciones, la variedad y calidad sanitaria de las semillas son características primordiales a tener en cuenta antes de la siembra. Por un lado, conociendo la presencia en el suelo del hongo patógeno Phytophthora sojae, la elección de un cultivar con resistencia genética es la medida adecuada para prevenir posibles problemas durante la implantación o el desarrollo del cultivo.
Por otro lado, el análisis de calidad permite identificar los patógenos presentes en los granos, posibilitando la elección de un curasemillas específico que evite su introducción y progreso en el lote seleccionado.
A través de este análisis también es posible conocer el poder germinativo y vigor. Valores óptimos de estos parámetros (por encima del 85%), sumado al uso de curasemillas de amplio espectro son condiciones necesarias para lograr un adecuado stand de plantas en situaciones en las que velocidad de germinación y emergencia de plántulas se ve reducida.