Aplicaciones: 70 % de efectividad depende del procedimiento
El productor debe reconocer los puntos críticos en las aplicaciones, para ser más efectivo.
Uno de los temas centrales que se abordarán en las Jornadas Aapresid a realizarse en octubre y noviembre.
Por encima de la tecnología en maquinarias y fitosanitarios se encuentran las regulaciones en las tareas agrícolas. El resultado continúa marcando altos índices de fracasos.
El análisis corresponde al profesor Ernesto Jalil Maluf; un experto en la temática, que continúa considerando esta modalidad como un proceso y revive el viejo análisis que indica la diferencia entre pulverizar y aplicar un producto.
“La máquina es quien pulveriza. Los técnicos o productores somos quienes aplicamos los productos. Esa es la base del procedimiento y el inicio de una tarea que comienza con una delicada limpieza de los tanques que cargan con los productos para cada tratamiento”, reconoce.
Desde hace tiempo, Maluf comparte las experiencias más notorias de fracasos en las aplicaciones, y remarca que un gran porcentual se da por no limpiar bien los tanques o utilizar métodos ineficientes, que dejan restos de formulaciones y luego afectan el cultivo.
“Aunque parezca mentira, casi nadie limpia los filtros o los cambia. Con ellos, portan residuos de productos por todos lados, de un campo a otro y muchas veces terminan quemando los cultivos, como si hubiesen hecho un barbecho. Si hoy hiciéramos un análisis del estado de los sistemas de filtros de muchas pulverizadoras, no dudo el alto porcentual que marcaría un mal estado de los mismos. Aún hoy, las auditorias siguen indicando un promedio del 89 % de descuidos o falta de control en este punto”, subrayó.
Lo cierto sobre este factor crítico se da por una falta de costumbre en el productor argentino. No es por achicamiento de costos, sino por mala atención o descuido.
Varios referentes reconocen que son muy pocos los que enjuagan los tanques cuanto terminan con una jornada de aplicaciones y se olvidan de considerar que estos implementos compuestos por plásticos, fibra de vidrio, superficies rugosas y una gran capacidad de absorción secan los residuos que quedan y los activan en la próxima aplicación que se haga sobre un lote.