Maní: cómo saber si un cultivar resiste a la sequía

Un equipo de investigadoras del INTA desarrolló una metodología de bajo costo, rápida y sencilla que permite identificar materiales que resistan el estrés hídrico.

Una herramienta para la selección y desarrollo de variedades frente a los desafíos que plantea la variabilidad climática.

Una herramienta para la selección y desarrollo de variedades frente a los desafíos que plantea la variabilidad climática.

23deFebrerode2017a las17:07

En general, la disponibilidad hídrica durante el desarrollo de un cultivo define el éxito o el fracaso de la campaña. En el caso del maní, las sequías estacionales afectan su productividad y, como consecuencia, puede sufrir severas reducciones en los rindes. Para entender esta dinámica y obtener cultivos más resistentes a la falta de agua, un equipo de investigadoras del Instituto de Recursos Genéticos y Fisiología Vegetal (IFRGV) del INTA presentó una metodología de bajo costo, rápida y sencilla que identifica genotipos promisorios.

En la Argentina, la producción de maní en Córdoba representa una pieza clave dentro de la matriz productiva nacional. Mariela Monteoliva, especialista en biología molecular y bioquímica de las plantas del IFRGV, destacó la importancia de conocer qué sucede y cuáles son los mecanismos que se activan en el interior de las plantas cuando les falta agua.

“Si bien el maní es propio de zonas semiáridas, donde la escasez de precipitaciones es frecuente, cuando es afectado por sequías estacionales puede sufrir severas reducciones en su productividad”, señaló Monteoliva y agregó: “Por esto, nos enfocamos en el desarrollo de una herramienta de bajo costo, rápida y sencilla que nos ayude a obtener nuevas variedades tolerantes”.

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