Bioeconomía: producir más con menos, y con valor agregado

La bioeconomía es clave para un país ya que busca aumentar la eficiencia productiva con la menor cantidad de recursos.

La bioeconomía podría ser clave para la economía del país, puesto que actualmente exportamos productos de baja calidad y valor agregado.

La bioeconomía podría ser clave para la economía del país, puesto que actualmente exportamos productos de baja calidad y valor agregado.

11deAbrilde2017a las10:41

La Bioeconomía es un paradigma que propone sustituir el modelo de industrialización actual por otro que, sin perder de vista la sustentabilidad económica, social y ambiental, haga más eficiente el uso de los recursos naturales y aumente la productividad del sector agropecuario. Puesto que este enfoque demanda altos conocimientos científico-tecnológicos para mejorar la captura de radiación solar y transformarla en diferentes productos y formas de energía, las universidades, los empresarios y los científicos son los protagonistas principales. En esta nota, Fernando Vilella, director del Departamento de Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectivas del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA), se refiere a sus ventajas y posibilidades a futuro.

“Este enfoque combina la disponibilidad de conocimiento especializado y material vegetal, algo que la Argentina tiene el privilegio de poseer en sus distintas regiones. Además, brinda perspectivas del sector agropecuario a diferentes escalas: desde el país hasta el lote, pasando por lo regional y local. Por esta razón creemos que la bioeconomía es clave para la economía del país, puesto que actualmente exportamos productos de baja calidad y valor agregado”, afirmó Vilella.

En este sentido, el docente -profesor de la asignatura Comercialización- profundizó en el objetivo productivo y ambiental de la bioeconomía: “La eficiencia productiva se puede aumentar si se entiende la heterogeneidad de los suelos agrícolas. Cada suelo requiere un tratamiento distinto para sostener o aumentar los rendimientos. En este sentido, los sensores remotos —drones o microsatélites— facilitan cada vez más apreciar detalladamente las diferencias entre lotes. Todo este paquete de tecnología y conocimiento va a permitir, por ejemplo, aplicar menos agroquímicos o fertilizantes, lo cual, a su vez, tendrá un impacto beneficioso sobre el ambiente”.