Tecnologías en trigo que superan todos los pronósticos
La inoculación es una excelente alternativa para llevar adelante estrategias exitosas de intensificación más allá del manejo tradicional de fertilización y protección del cultivo, que permite lograr significativos aumentos de rendimiento.
La expectativa para esta nueva campaña arrancó con mucho optimismo.
Luego de varios años con una presencia restringida en los sistemas productivos pampeanos, durante la campaña 2016 el cultivo de trigo incrementó notablemente la superficie sembrada en nuestro país. El foco técnico estuvo puesto en el nivel de productividad, considerando las nuevas variedades y su potencial de rendimiento, así como también en la mejora de la calidad de los granos y la aparición de malezas de difícil control. Los resultados de la campaña terminaron siendo récord en producción.
La expectativa para esta nueva campaña arrancó con mucho optimismo, pero la combinación de márgenes desfavorables y el exceso hídrico presente en gran parte de la zona núcleo, hizo que el panorama empiece a ser más incierto.
Frente a este escenario, una de las claves para el productor que apuesta al cultivo es mantener la inversión en tecnología (ya que muchas veces es lo primero que se limita), considerando que con márgenes ajustados obtener buenos rendimientos es la mejor forma de ganar rentabilidad.
En este sentido, la inoculación con bacterias promotoras del crecimiento vegetal (PGPR), se presenta como una alternativa muy interesante, no sólo por el efecto que tiene sobre el rendimiento del cultivo, sino por ser una tecnología de vanguardia a nivel mundial.