Estudian las causas del Amarillamiento del garbanzo en la Argentina
Luego de un invierno desfavorable para el cultivo, el INTA busca determinar cuál es el agente causal de esta enfermedad, que afecta la productividad de la planta y fue detectada en el 60 % de los ejemplares analizados.
Investigadores del Instituto de Patología Vegetal de INTA Córdoba son los encargados de las averiguaciones.
Con un crecimiento sostenido de las exportaciones –se pasó de 16.000 toneladas en 2009 a 166.700 toneladas en 2017–, la producción de garbanzo se afianzó en la Argentina. Si bien su cultivo estaba concentrado en el noroeste argentino –Salta, Jujuy y Tucumán–, en los últimos años, se consolidó en el centro-norte de Córdoba con una cosecha cercana al 50 % del total producido.
“El protagonismo que logró Córdoba en la producción de garbanzos se debe a la alta calidad de los granos cosechados y a las condiciones ambientales menos favorables para la ocurrencia de epifitias de rabia del garbanzo”, expresó Silvina Pastor, especialista en micología del Instituto de Patología Vegetal (IPAVE) del INTA.
Provocada por el hongo Ascochyta rabiei, la rabia del garbanzo es la enfermedad más limitante para el cultivo. “Los productores enfocan sus esfuerzos en limitar el desarrollo de rabia, lo que es correcto ya que esta puede provocar pérdidas del 5 a 100 %”, señaló Juan Edwards Molina, especialista en protección de cultivos y epidemiología de ese instituto, y agregó: “Para esto, recomendamos complementar varias técnicas de manejo como sembrar semillas sanas, incluir gramíneas en la rotación y aplicar fungicidas”.
Con temperaturas medias por debajo de la normal, una mayor cantidad de días con heladas en relación a la serie histórica y escasas precipitaciones, las condiciones meteorológicas del invierno 2018 fueron atípicas y desfavorables para el desarrollo normal del cultivo de garbanzo.