Buscan transformar esta verdura en una "superverdura"
Investigadores de la FAUBA buscan potenciar los beneficios del brócoli sin afectar el rendimiento y aumentando su vida útil. Cómo trabajan generando estrés en la planta con restricciones en el riego.
El brócoli es reconocido por sus cualidades nutracéuticas, es decir, por los beneficios que su consumo puede generar en la salud humana. Un equipo de investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) busca potenciar el efecto de las sustancias que le otorgan esas propiedades para atender sobre todo a un segmento de la población que requiere alimentos más nutritivos y sanos (como niños, personas mayores y enfermos) y también para que el cultivo tenga una mayor vida útil después de la cosecha, un aspecto fundamental para la comercialización. ¿Cómo la hacen?
“Elegimos al brócoli porque es un cultivo que de por sí tiene una mayor concentración de, por ejemplo, glucosinolatos, que son compuestos naturales del metabolismo secundario benéficos para la salud humana. Queremos que estas sustancias se exacerben”, indicó Christian Krizaj, docente de la cátedra de Horticultura de la FAUBA, quien está realizando estos estudios para su tesis de maestría en el marco de un proyecto UBACyT.
Para avanzar en la investigación, el equipo de la FAUBA viene realizando desde 2014 una serie de ensayos en los cuales busca estresar al cultivo restringiendo la cantidad de agua que reciben en sus diferentes estadios. Con esta estrategia ya habrían logrado algunos resultados positivos, aunque continúan investigando para obtener brócolis con mayores cualidades nutracéuticas y mejores rendimientos, que también permitan hacer más eficiente el uso del agua.
“En general, cuando los cultivos atraviesan un período de estrés hídrico aumenta la actividad del metabolismo secundario buscando balancear el sistema metabólico. Se trata de un conjunto de sustancias que produce la planta para ‘autorrepararse’ y que también benefician a la salud humana con efectos antioxidantes y neurorreparadores entre otros”, sostuvo Krizaj.
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Si bien con el estrés hídrico ya lograron aumentar la presencia de metabolitos secundarios del brócoli, el investigador advirtió que la falta de agua también afecta el rendimiento del cultivo, lo cual genera inconvenientes. Sucede que el productor hortícola recibe un precio por sus productos principalmente en relación al peso, puesto que hasta hoy no existe un valor diferencial que se pague por una calidad nutricional superior, como sería el brócoli potenciado en sus cualidades nutracéuticas.
“Por eso uno de los objetivos de nuestro estudio es evaluar el punto donde aumenta el contenido de metabolitos secundarios, pero sin tener un alto costo en términos de rendimiento”, dijo Krizaj, y agregó: “Podemos controlar diferentes cantidades de agua en distintos momentos del cultivo y medir en qué medida el estrés hace que los rindes no decaigan tanto, y que al mismo tiempo aumente la concentración de metabolitos secundarios y se obtenga, además, una mejor poscosecha”.