Hacen energía con maní y proyectan facturar US$ 11 millones
Cómo es el proceso de convertir un recurso natural en un emprendimiento rentable. El caso de Prodeman.
|Mucho antes de que existiera algún conocimiento sobre la electricidad, tal como la conocemos a partir de la Revolución Científica, las personas eran conscientes de algunos fenómenos eléctricos que se provenían de los movimientos de la naturaleza.
Las fuentes energéticas del sol, el viento, el agua o la biomasa vegetal o animal exceptuando aquellas extraídas de los combustibles fósiles, capaces de renovarse ilimitadamente son la energías renovables que no son novedad pero son tendencia en la conciencia ambiental de las agroindustrias.
¿Cómo surge una idea? “Por una necesidad”, respondió el ingeniero mecánico Jorge Ciravegna, precursor en Argentina junto a la empresa Prodeman en la fabricación de la primera Planta de Generación de Energía Eléctrica mediante el uso exclusivo de la biomasa cáscara de maní, quienes buscaban solucionar la problemática histórica de la industria manisera: el destino final de la cáscara de maní.
“El maní en Argentina creció exponencialmente, pero nadie se planteaba qué hacer con el residuo, la cáscara, que es el 30 por ciento del maní. Cuando Prodeman empezó a adquirir 30 toneladas por año, no se podía administrar, sobretodo a nivel logístico, había que pagar para que alguien se lo llevara; a su vez pesa como 80 kg por m2, era como guardar telgopor, se podía llenar un estadio con una montaña de 40 hectáreas”, justificó el ingeniero.