Obtienen compuestos de alto valor económico a partir de residuos de cosecha

Profesionales de universidades argentinas integran el proyecto internacional de biorrefinería ‘Biocode’, que busca producir nanofibras de celulosa, ácido láctico y biocarbón en base a restos de maíz, colza y trigo.

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17deSeptiembrede2019a las14:44

Investigadores de la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) y de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ), junto con pares de Finlandia, Italia, Chile y Alemania, integran el proyecto de biorrefinería ‘Biocode’. Esta iniciativa internacional tiene como objetivo extraer productos industriales de alto valor económico —como nanofibras de celulosa, ácido láctico y biocarbón— a partir de residuos de cosecha de maíz, colza y trigo. Para eso, Biocode procura usar técnicas de separación y producción que minimicen el impacto ambiental.

“La biorrefinería se basa en transformar de manera sustentable materiales vegetales para obtener otros productos biológicos de mayor valor. Biocode es un proyecto colaborativo en el que los investigadores de cada país aportan desde su especialidad. En la Argentina producimos cultivos y caracterizamos los residuos de cosecha en función de los azúcares que contienen las paredes de sus células, como celulosa, hemicelulosa y lignina. Luego, enviamos la biomasa a los otros países donde se separan los productos de alto valor económico con métodos de extracción sustentables”, explicó César López, Director de la Especialización en Mejoramiento Genético Vegetal de la Escuela para Graduados de la FAUBA (EPG-FAUBA) y docente de la UNLZ.

“El material vegetal se envía al grupo de investigación que tenga la tecnología necesaria para aprovecharlo. En Chile se extraen aceites y ceras. Luego el material viaja a Italia, donde se separa la hemicelulosa y se convierte en ácido láctico, que funciona como insumo para elaborar plásticos biodegradables. Finalmente, la fracción restante va a Alemania y a Finlandia. En Alemania, a partir de la lignina se obtiene biocarbón, que se puede usar para mejorar suelos, y en Finlandia, a partir de la celulosa, se genera celulosa microfibrilada, que tiene distintas aplicaciones industriales como aditivo en plásticos, pinturas, cemento y cosméticos”, señaló Déborah Rondanini, docente de la cátedra de Producción Vegetal de la FAUBA.