China y su enorme desafío en perspectiva

China enfrenta un desafío de tamaño colosal: derrotar el Coronavirus y sentar las bases para minimizar la posibilidad que algo como esto vuelva a ocurrir.

21deFebrerode2020a las15:03

En estos momentos la República Popular China enfrenta un desafío de tamaño colosal: derrotar el Coronavirus y sentar las bases para minimizar la posibilidad que algo como esto vuelva a ocurrir.

China es una economía en desarrollo con crecimiento acelerado. Mucho aún está pendiente allí. Aunque hoy día se nos hace fácil pensarla, solamente, como la segunda economía más importante del planeta, fue en un abrir y cerrar de ojos que pasó del fracaso colectivista al modelo de “socialismo con características chinas en una nueva era” vigente. Estas características tienen muchos ribetes. Veamos algunos para que el Coronavirus no nos impida aprender.

Mecanismos de incentivos y sistema meritocrático

La competencia como mecanismo de incentivos. Resulta evidente que en China las empresas compiten entre sí y con las del extranjero. Pero lo que no es tan conocido el sistema de competencia feroz que existe a nivel sub-estatal. Las provincias y las ciudades se miden las unas contra las otras bajando impuestos, generando infraestructura, creando ambientes institucionales estables, preparando el sistema educativo, el sistema de salud, etc.; todo ello para atraer los capitales (ahorro) de los inversores. Esos capitales traen aumento de productividad y allí el incremento del ingreso y el bienestar. Retroalimentándose todo, naturalmente.

La educación como medio de inserción en un sistema meritocrático. En 1978 sólo un 2% de la población se educaba a nivel superior y hoy el 48% lo logra. Progresar significa “esfuerzo” en un sistema que premia el mérito. Para ello la educación ha sido esencial para igualar oportunidades y permitir el despegue productivo. De cara al futuro, el sistema educativo es medular para sostener el nuevo modelo basado en innovación y conocimiento. Aquí hay que resaltar que mucho queda pendiente en términos de la “calidad” de la educación, especialmente de cara al siglo presente.