Se alarga crisis de una cerealera y complica el concurso de Vicentin

La empresa, del grupo Olio, no logra destrabar la prohibición que pidió en diciembre el Banco Central. Tiene un contrato para operar dos plantas del gigante en default, que ya piensa en un plan B porque el convenio finalizará en 10 días.

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Se alarga crisis de una cerealera y complica el concurso de Vicentin
22deEnerode2021a las09:00

Inhabilitada para operar a pedido del Banco Central desde diciembre, la crisis de Díaz & Forti, cerealera del grupo Olio, se alarga y empieza a generarle dificultades al concurso de Vicentin. Por eso, esta empresa ya está tramando un plan B, por si esa suspensión sigue prolongándose. 

El año pasado, Díaz & Forti se convirtió en el pulmón operativo de Vicentin: perteneciente a uno de los principales jugadores del complejo agroexportador de Santa Fe que cobró relevancia tras el default del gigante cerelaero, controla sus plantas de San Lorenzo y Ricardone desde el inicio de su convocatoria de acreedores.

Un "salvavidas" que le permitió a Vicentin, que defaulteó en diciembre de 2019 y entró en concurso en febrero del año pasado, conseguir liquidez, con una entrada de aproximadamente u$s 5,67 millones por mes. Aunque el acuerdo incluye la gestión de ambos complejos, sólo el de San Lorenzo permaneció activo, con una molienda de soja cercana a 300.000 toneladas mensuales. 

Ricardone no llegó a operar por la sequía, que dificultó la siembra de girasol. 

Sin embargo, la operación de Díaz & Forti se complicó en diciembre, cuando fue suspendida por un reclamo de una liquidación de divisas por u$s 450 millones.

El Banco Central le ordenó a la Dirección General de Aduanas "no dar curso" a sus pedidos de despacho y embarques de granos. Desde entonces, se encuentra exluida del Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA). Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, "la baja de la firma actora del RUCA es consecuencia de la sanción que emitió el Central". 

El panorama se agravó con las idas y vueltas por una cautelar aprobada y, luego, desestimada, por el Juzgado Contencioso Administrativo Federal 1. "La misma autoridad que dio luz verde para retomar la actividad la rechazó después. Solo pudimos operar cinco días hábiles", aseguraron desde Olio.