Agropecuario: la curiosa historia detrás del Grobocopatel “enfermo del fútbol”

"Si me hubiese asesorado, no lo hubiese fundado", reconoce el mentor del "sojero", club con una intensa relación con el agro

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Agropecuario: la curiosa historia detrás del Grobocopatel “enfermo del fútbol”
09deJuniode2022a las11:40

“El sojero”. Así es como se conoce a Agropecuario, el club de fútbol que disputa la Primera Nacional con el sueño de dar pelea en un futuro en la máxima categoría. Fue fundado por Bernardo Grobocopatel, un “enfermo” del fútbol como él se califica, ayudado por fondos de sus compañías del sector agrícola allá por 2011. Es así como el apodo y nombre del club no son ajenos a la actividad, aunque al empresario le hace ruido que se lo relacione particularmente con la soja solo por ser el primo hermano y ahijado de Gustavo Grobocopatel.  

“Lo que más produzco es trigo y maíz; la soja es lo que menos produzco, pero le dicen el equipo del rey de la soja y yo no llego ni a príncipe”, dice. El rey de la soja, en realidad, es Gustavo, que apenas se cruzó un par de veces por la cancha cuando jugaron contra Argentinos. Hace nueve años, cuando Bernardo habló de sus deseos de crear el club de fútbol de sus sueños solo recibió el apoyo de dos o tres personas de su familia y aunque reconoce que no ha sido fácil empezar de cero, el club y el fútbol en sí son sus cable a tierra. 

Agropecuario: los orígenes

“Soy un enfermo del fútbol; me encanta, pero si me hubiese asesorado no lo hubiese fundado'', reconoce entre risas sobre el rol que le ha tocado asumir en estos 10 años. En este tiempo Bernardo logró una sinergia perfecta entre sus empresas agropecuarias y el recién nacido club de sus amores. Desde el momento cero, en el que levantaron los cimientos de la cancha que lleva el nombre de su abuela, Ofelia Rosenzuaig, cuya capacidad es de 12 mil personas logró apoyarse en los empleados administrativos, amigos productores con maquinaria agrícola para innovar las canchas y llevar las cuentas de la institución deportiva.

“Me tomó un segundo pensar en el nombre del club porque era lo que me identificaba, a lo que me dedicaba y me dedico, que es a la actividad agropecuaria. Me tomó más tiempo ver que no había otros nombres similares, pero me pareció adecuado. Empezamos todo muy de abajo en un momento muy vertiginoso. Invertimos mucho en infraestructura. Salió mucha plata del agro, muchos meses tuve que poner dinero, algunos meses se sigue poniendo”, afirma. Si bien, hay meses que el club se vuelve autosustentable por la publicidad y la venta de jugadores, la actividad económica del empresario le permite tener estabilidad y hoy están “sin deudas”.