No se diga más: la carne argentina, la mejor del mundo
IPCVA reveló que el popular slogan persiste en el imaginario de los argentinos; la grieta alimentaria y la pluralidad de voces de las redes sociales no opacan este gran amor
La Argentina es un país caracterizado por el consumo de carne, pero el enamoramiento del argentino por la carne necesita revalidarse a cada instante, más aun teniendo en cuenta que el habitante típico de estas pampas ya no es más esa persona que no puede disfrutar un domingo si le falta su asado. Hoy- según datos publicados en un sondeo de IPCVA- el argentino típico, y el joven argentino en particular, posee una identidad compleja y fragmentada que hace que entre otras cuestiones se plantee por ejemplo una vida mucho más “flexitariana”, con una conducta alimentaria que implica una disminución paulatina del consumo de carnes.
A la hora de consultar a los argentinos sobre cuál podría ser un buen slogan para promocionar el consumo de carne vacuna dentro del país, la gente da una pista importante del posicionamiento que tiene hoy este producto en el imaginario social.
Según los resultados surgidos del Monitor ONLINE del IPCVA, que se lleva a cabo cada dos meses en un panel con una muestra de mil casos representativos de todo el país, “Carne argentina, la mejor carne del mundo”, es el slogan que mejor representa a nuestra carne para los argentinos. Le siguen en importancia “Carne argentina, irresistiblemente sabrosa” y “Carne argentina, carne de verdad”. Después surgen otros slogans que tendrían menor potencial, pero que también dan cuenta de que parte de la población está prestando atención a otros aspectos que antes ni siquiera se tenían en cuenta.
Saludable y sustentable, dos conceptos a considerar
La gente empieza a preguntarse cuán saludable o sustentable es el producto y cuánto juegan su preferencias por el mismo. Esto se incrementa cuando el análisis hace foco en las generaciones más jóvenes. Para los centennials, que poseen entre 16 y 24 años, el sabor como atributo de calidad no está tan arraigado como en las generaciones de más de 50 años y tienen muy en cuenta en cambio la autenticidad del producto. En el caso de los millennials (entre 25 y 34 años), ponderan más lo natural y lo saludable.
Las redes sociales, entre otras cosas, influyen y mucho en torno a lo que la gente le demanda a los alimentos. En este marco, las investigaciones realizadas por el IPCVA detallan que siete de cada diez argentinos piensan que las redes sociales tienen alta incidencia en las elecciones alimentarias de los más jóvenes.