Una hectárea de maíz paga hasta $69.264 de impuestos y los costos aumentaron un 118% en dólares contra el 2008
El cepo tiene impacto directo sobre insumos clave para labores y fletes como neumáticos, repuestos y precio de los camiones y maquinarias
La Fundación FADA compartió la medición de octubre de 2022, que marca una participación de los impuestos sobre la renta agrícola del 61,3% para el promedio ponderado de los cultivos de soja, maíz, trigo y girasol.
Es decir, que de cada $100 de renta (valor de la producción menos costos) que genera una hectárea agrícola, $61,30 es lo que representan los distintos impuestos nacionales, provinciales y municipales. Mientras que el promedio ponderado de cultivos a nivel nacional es de 61,3%, la participación del Estado en soja es del 67,7%, maíz 53,4%, trigo 50,9% y girasol 49,9%.
Normalmente, este indicador se publica en septiembre, pero para evitar las distorsiones creadas por el “dólar soja” se decidió excepcionalmente postergar la publicación hasta el mes de octubre.
El índice de octubre es 0,2 puntos porcentuales más bajo que el de junio, traccionado por una leve mejora en los rindes esperados en soja para la campaña 22/23 en base a las primeras estimaciones de la campaña gruesa. En el caso de soja, el indicador bajó de 68,4% a 67,7%, maíz de 53,9% a 53,4%, trigo subió de 50,4% a 50,9% y girasol subió de 44,8% a 49,9%.
Si bien la participación porcentual de impuestos en la renta baja, la cantidad de impuestos en pesos que pagó una hectárea promedio entre la estimación de junio y octubre se incrementó. En el caso de soja, los impuestos nacionales que paga una hectárea pasan de $89.986 a $104.056, en maíz de $54.480 a $69.264, en trigo de $38.069 a $41.527 y en girasol bajó de $42.693 a $34.357.
Los economistas de la Fundación FADA explican que aquí queda claro que una mejora de precios o una mejora en los rindes, se traduce automáticamente en un mayor nivel de recaudación fiscal, principalmente de impuestos nacionales como derechos de exportación e impuesto a las ganancias que tiene una correlación directa con los ingresos y la rentabilidad.
Respecto a septiembre de 2021, el índice bajó de 63,6% al actual 61,3%, donde opera principalmente una mejora de precios, principalmente en trigo.