¿Misión imposible? En formato candidato, Wado de Pedro se pone el traje de chacarero y busca generar confianza en el campo
Raid mediático y puentes con el agro para potenciar su figura; trabaja 660 hectáreas con ganadería y agricultura
Eduardo Enrique 'Wado' de Pedro es uno de los presidenciables del peronismo. Tras la ratificación de Cristina Kirchner de no jugar en las elecciones, el ministro del Interior y militante de La Cámpora aceleró sus movimientos como candidato.
Habían pasado apenas un puñado de minutos luego de terminado el acto del 25 de mayo en Plaza de Mayo y las paredes porteñas ya se estaban empapelando con fotos suyas con Cristina sobre la frase “Se viene Wado”. Esa misma semana se hizo un book de fotos con retórica electoral, que maridó con un exigente raid mediático. Cien por ciento campaña.
En medio de todo esto, y a sabiendas de que tiene mucho terreno por ganar -pues su partido perdió muchísimo-, el ministro del Interior muestra su faceta humana y sus raíces chacareras. Repite una y otra vez que es cuarta generación de productores y señala que se siente a gusto con el campo, aunque a veces no comparte en materia política. La 125 sigue siendo una marca a fuego.
Sobre su posible candidatura, cuenta que cuando Cristina dijo que ella no iba a ser candidata, él dijo: “Yo quiero ser parte de una generación que piense soluciones distintas a los problemas de los argentinos”. “Sé que voy a ser parte, pero no lo peleo”, comenta sobre una posible fórmula en Neura Media.
Wado de Pedro en el campo
Durante los fines de semana, Wado se toma tiempo para ir a su campo. Es de Mercedes, Buenos Aires, y lleva adelante la producción agropecuaria. No es el único campo que pisa. En el último tiempo intentó tirar puentes con el sector. Visitó Máximo Paz, Santa Fe, y recorrió Expoagro. Se trata de puentes rotos hace años, que el abogado, uno de los fundadores de La Cámpora, busca emparchar de cara a las próximas elecciones, en las que, como pocas veces, hay más de un candidato que tiene buena imagen en la zona núcleo.