Día de la Conservación del Suelo: por qué los productores son actores claves para enfrentar al cambio climático
“Volver a las bases de la agricultura” es una de las premisas en el rol del agro como vehículo de cambio; una mirada clave para el Día de la Conservación del Suelo
En el marco del Día Nacional de la Conservación del Suelo, que se celebra cada 7 de julio, la Asociación Argentina de Protección Profesional de Cultivos Extensivos (AAPPCE) junto al Grupo Agroecosistemas Sustentables (AGSUS) de la Universidad de La Pampa destacan la importancia y beneficios de su manejo sustentable para reducir los Gases de Efecto Invernadero.
Día Nacional de la Conservación del Suelo: desafío y oportunidades
El cambio climático global es uno de los desafíos ambientales más preocupantes que enfrenta la humanidad, generado por la actividad del hombre a partir de la era industrial, que incrementó el contenido de CO2 en la atmósfera generando un aumento de la temperatura global y fuertes cambios en el clima.
Uno de los componentes del suelo con mayor potencial para capturar y fijar carbono es la materia orgánica. La toma del carbono atmosférico por el suelo es conocido como secuestro de carbono y se presenta como una de las soluciones clave para la mitigación de los Gases de Efecto Invernadero.
En la agricultura, el uso de estrategias de manejo sustentables genera un proceso beneficioso de incremento de captura de carbono en tierras productivas.
En el Día Nacional de la Conservación del Suelo, AAPPCE y AGSUS en alianza con la empresa UPL resaltan la implementación de un programa de investigación y certificación de buenas prácticas y secuestro de carbono en campos agrícolas con el objetivo de generar alimentos saludables en la cantidad que la sociedad requiere.
Capturar y fijar carbono: un círculo virtuoso
Las plantas son excelentes fijadoras de carbono, y contar con cultivos saludables con altos rendimientos posibilita la captura de grandes cantidades. Aunque la agricultura produce emisiones asociadas al uso de combustibles e insumos químicos, éstas se relativizarían ante el nivel de productividad y beneficio ambiental del secuestro de carbono en lo suelos.
Según explica Elke Noellemeyer, investigadora en gestión sostenible de la tierra y el secuestro de carbono y directora de AGSUS: “Es importante comprender que el suelo y las plantas conforman un ciclo virtuoso para capturar y fijar carbono. A través de la fotosíntesis, las plantas convierten CO2 en biomasa, que luego se convierte en materia orgánica en el suelo”. Y señala que “en general hay una cuestión muy mal entendida: que la producción en agricultura va en contra de la naturaleza o contra la razón del suelo. No es así, cuanta más biomasa hay, cuantas más raíces hay, más carbono logramos tener en el suelo. Y para ello, necesitamos un suelo saludable”.