Con la crisis del 2001 creó Plantium y se convirtió en "mago" de los negocios: cómo es invertir para competir con los mejores desde Argentina

Jorge Gentili es ingeniero agrónomo y lidera una de las industrias más pujantes del campo; el desafío hacia el futuro, de Rosario al mundo

20deOctubrede2023a las10:52

Jorge Gentili es fundador de Plantium y tiene una larga trayectoria en el desarrollo tecnológico para el campo. Primero, junto a su hermano, trabajó en el campo y realizó la electrónica para maquinarias agrícolas. Eso fue recién el inicio de lo que sería una empresa referente y pionera del rubro.

La historia de Plantium, líderes en tecnología agrícola

A finales de 1990 la sociedad que había armado junto a su hermano se desarmó y Jorge puso su conocimiento en el desarrollo de la empresa Gentec. Hasta la crisis del 2001, proveía insumos a los principales fabricantes de maquinaria agrícola, pero ese año no fue igual. Las marcas dejaron de comprar y ahí Jorge vio la oportunidad de rearmarse con su propia fábrica: Plantium.

En 2008, su hijo, Leandro Gentili, le propuso hacer un piloto automático. Una idea que para muchos sería descabellada, pero vieron que esta propuesta tenía futuro. “Así fue y hoy somos el principal proveedor de la Argentina”, comentó Gentili a Agrofy News. 

Sin embargo, la situación económica de Argentina en relación con otros países hace que el trabajo sea un desafío constante. Pero Jorge asegura que se volvió un experto en superar trabas y se define como un mago: Mandrake.

Cómo piensa Jorge Gentili, fundador de Plantium y "máster en Mandrake"

-¿Cómo hace Plantium para estar en la carrera global, pero apuntar a un productor que tiene otro poder de compra?

Cuando era chico, había una historieta que era Mandrake, el mago. En Argentina tenés que ser un mago, ser Mandrake. Poder competir con la demanda laboral que tienen los países extranjeros que pagan en dólares a la gente que hace software es un problema. Preparamos gente y después un extranjero te lo lleva. El otro problema es que necesitás mucho dinero para desarrollar, testear, fabricar y después financiar. En esta macroeconomía, donde no hay crédito y no podés importar, tenés que competir con empresas globales que no tienen ningún problema. Tenés que ser Mandrake. Yo diría máster en Mandrake.