La política de Milei: a qué gastos se aplicó la motosierra y la pregunta de por qué sigue el régimen de incentivos a Tierra del Fuego, el más costoso para el Gobierno
Un informe apunta a que resulta imperativo revisar y debatir los beneficios fiscales para ratificar o ajustar privilegios, buscando un equilibrio que minimice el costo social del ajuste fiscal
Desde el Centro de Estudios Tributarios (CET) de la Universidad Austral, los investigadores Diego Rivas y Lucio Cardinale Lagomarsino efectuaron un análisis completo sobre los gastos que se redujeron, los ingresos que se incrementaron para llegar a un superávit y cuáles no sufrieron modificaciones, con el objetivo de entender de manera acabada las prioridades del nuevo gobierno.
La motosierra de Milei
Los especialistas destacan que, en este corto período de tiempo de gestión, no se concretaron rebajas significativas de impuestos. “Por el contrario, se observaron algunos incrementos (impuesto PAIS, por ejemplo). Si bien la recaudación se redujo en términos reales 4,2% en el primer trimestre del año, esto se debió a la caída de la actividad económica y su impacto en el IVA, eje principal de la recaudación tributaria”, indican.
Rivas y Cardinale resaltan a la vez que, de aprobarse la ley Bases, “se concretaría un aumento del impuesto a las ganancias de los empleados en relación de dependencia y un potencial ingreso de la recaudación proveniente del blanqueo de capitales, en paralelo con una moratoria y una reducción del peso de bienes personales, pero que en lo inmediato podría traer mayor recaudación debido a la posibilidad de adelantar 5 años de este impuesto a cambio de mantener fija la base de tributación”.
Con respecto al gasto explícito, expresado como motosierra, licuadora y freezer, el informe del CET enumera que la motosierra se aplicó en el recorte de obra pública, reflejado en las caídas nominales de la inversión real directa (-34,1%) y de las transferencias de capital (-34,4%). La licuadora, por otro lado, se registró principalmente con los aumentos por debajo de la inflación de remuneraciones (+213,6%), prestaciones de la seguridad social (+140,8%) y trasferencias a universidades (+150,7%). Finalmente, el freezer se reflejó en la falta de aumentos de las transferencias a provincias y municipios (+41,1%). En el otro extremo, el pago de intereses de deuda se incrementó un 324,4%, muy por encima de la inflación, impidiendo un superávit aún mayor.