Alertan por un tema que impacta en la incipiente siembra de soja: el primer paso para evitarlo

Hay una gran proporción de semilla con problemas de baja calidad (bajo vigor y PG)

Alertan por un tema que impacta en la incipiente siembra de soja: el primer paso para evitarlo
21deOctubrede2024a las17:36

La campaña 2023 estuvo marcada por condiciones climáticas adversas: sequías primero, y las lluvias intensas en momentos claves, como la floración/cuaje y la cosecha trajeron consecuencias. Una gran proporción de la semilla disponible para la campaña 24-25 es de mediana a baja calidad. Los análisis de los principales laboratorios del país muestran valores de PG, vigor y carga de patógenos que obligan al productor a tomar medidas.

Un bajo poder germinativo (PG) indica que un porcentaje reducido de semillas es capaz de germinar y desarrollarse bajo condiciones ideales. El bajo vigor, en cambio se refiere a la capacidad de las semillas para establecerse en condiciones menos favorables o estresantes, aunque puedan germinar normalmente en un entorno óptimo. Es decir, la semilla es capaz de germinar, pero tiene menos recursos para hacerlo.

Las principales consecuencias de un bajo PG en la siembra incluyen la reducción en el establecimiento de plantas, fallas en el stand, desuniformidad en el crecimiento y, eventualmente, una disminución en el rendimiento. Por otro lado, el bajo vigor puede resultar en un establecimiento deficiente bajo condiciones de estrés, como suelos fríos, sequía o compactación, lo que puede derivar en plántulas débiles, una menor competitividad frente a malezas y mayor susceptibilidad a enfermedades.

Puntualmente la campaña 24 está marcada por los déficits hídricos. Además del estrés directo asociado a la falta de agua nos encontramos con una posibilidad mayor de problemas de carry over de herbicidas de cultivos anteriores que no fueron correctamente degradados.

SOJA: MEDIDAS NECESARIAS

En primera instancia, es necesario un análisis de calidad previo a la siembra. Ante un bajo PG, el productor debe ajustar la densidad de siembra para compensar las posibles pérdidas, optimizar las condiciones del suelo y aplicar tratamientos de semillas que promuevan la germinación y la salud de las plántulas.