Tecnología, tierra y confianza: las claves para invertir en campos
Mientras algunas zonas del país muestran una reactivación en las operaciones de compraventa de tierras, surgen modelos que combinan tecnología, asesoramiento técnico y cercanía con el productor

Mientras el escenario económico nacional sigue siendo incierto, el mercado inmobiliario rural muestra una particularidad: se mantiene activo y empieza a transformarse. Lejos del modelo tradicional de corretaje, algunas inmobiliarias apuestan por una lógica más consultiva, con herramientas digitales, información técnica y un acompañamiento a medida del productor o inversor.
El mercado inmobiliario rural en Argentina ha experimentado una notable recuperación en 2024. Según la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el Índice de Actividad del Mercado Inmobiliario Rural (InCAIR) alcanzó en noviembre un valor de 65,94 puntos, el más alto desde 2011. Este repunte se atribuye a una combinación de factores, incluyendo la estabilidad cambiaria y política, así como incentivos gubernamentales como el blanqueo de capitales. En septiembre, las ventas de campos registraron su mejor desempeño en una década, según informes de El Cronista.
En ese contexto, un caso testigo es el de Brunn Arlettaz Inmobiliaria, con sede en Villa Elisa, Entre Ríos. Con una trayectoria consolidada en la venta de campos agrícolas, ganaderos y forestales en zonas clave como Santa Fe, Buenos Aires, Corrientes y Formosa, la firma combina presencia territorial y visión estratégica, sin perder el trato humano.