Sembró 34 híbridos de 12 semilleras diferentes para saber cuál era el mejor maíz para sus campos
El productor y asesor que puso a competir a prácticamente todos los maíces del mercado y tomó nota pormenorizada de los resultados

En el norte bonaerense, Martín Albornoz emprendió junto a su hermano un desafío poco común: medir el comportamiento de 34 híbridos en un mismo lote, bajo condiciones de manejo tradicional y con un seguimiento técnico exhaustivo.
El resultado fue uno de los ensayos más grandes del que él tenga registro y tuvo al híbrido de Nidera NS 7765 VIPTERA 3 como protagonista, porque no solo estuvo entre los cuatro de mayor rendimiento, sino que logró sobreponerse mejor a sus competidores ante una marcada escasez de lluvias en el período crítico del cultivo.

Albornoz es productor y asesor agropecuario. Desde su empresa, Grupo DTP, se dedica a acompañar a productores en la gestión integral de sus campos. El grupo trabaja sobre cuatro pilares —técnico, administrativo, financiero y comercial— y brinda un servicio de gerenciamiento que abarca desde el análisis de datos productivos hasta el flujo de fondos y capital de trabajo. En ese ida y vuelta con clientes, muchas veces se vinculan con los comerciales de semillas para testear y hacer ensayos. “Probamos y después hacemos nuestro propio ensayo”, cuenta.
5000 hectáreas: "Maíz puede superar los 12.000 kilos por hectárea"
Su área de influencia abarca unas 5000 hectáreas alrededor de Ascensión, en el norte de Buenos Aires, donde producen trigo, soja, maíz, arveja, girasol y pasturas de avena, centeno y vicia. La zona no requiere grandes presentaciones: es el corazón de la zona núcleo y sus condiciones la hacen de las más fértiles del país. “Son muy buenos lotes porque estamos en la zona más productiva de la Argentina. Los lotes acompañan en prácticamente todo”, describe. Allí los suelos tienen buena fertilidad y rotaciones estables. “En años normales, un maíz puede superar los 12.000 kilos por hectárea y una soja los 4.000”, considera.
