La amenaza creciente que le cuesta más de US$ 1000 millones al agro argentino
Las malezas gramíneas resistentes representan un desafío que redefine el manejo y acelera la innovación en el campo

La presencia de malezas gramíneas resistentes se consolidó en los últimos años como uno de los problemas más críticos para la agricultura argentina. Con un avance sostenido en distintas regiones, estas especies complican el manejo tradicional y elevan los costos de producción, afectando tanto a cultivos de invierno como de verano.
Bajo este marco, Agrofy News dialogó con Alejandro Piñeiro, gerente de producto Herbicidas para la Unidad Comercial Sur de Syngenta, quien explica cómo se comporta la problemática, qué se pierde por no controlarla, y cuáles son las mejores estrategias de manejo para acompañar a productores y técnicos en este desafío creciente.

Cambio de paradigma en el control de malezas
Productores y asesores coinciden en que la presión de estas malezas obliga a adoptar estrategias cada vez más complejas. La aparición de biotipos con resistencia múltiple limita el abanico de herramientas químicas disponibles y acelera la necesidad de tecnologías nuevas, más específicas y con un perfil ambiental mejorado.
En paralelo, la expansión de malezas emergentes como Chloris y Urochloa introduce un componente adicional de incertidumbre en los sistemas productivos. Estas especies muestran comportamientos diferentes a los conocidos, exigiendo estudios constantes y ajustes de manejo casi campaña a campaña.
