Una reapertura condicionada
Aun cuando crecen las necesidades operativas y financieras de la industria—y, por ende, de los productores y comercializadores—, la reapertura delmercado europeo para las carnes recién podría producirse a mediados de julio.Primero, el país debe concretar la vacunación total del rodeo, entre otrosrequisitos, según informó esta semana el secretario de Agricultura, MarceloRegúnaga. El problema es que el número de focos sigue creciendo en lugar defrenarse o retroceder. Mientras tanto, el próximo 12 de junio se cumplirántres meses desde que la UE anunció el cierre de las importaciones. Las ventas alos países comunitarios representan unos 280 millones de dólares anuales. Sise hace una proyección lineal, las pérdidas ya ascenderían a los 70 millonesde dólares.
Mientras tanto, desde el ámbito ganadero, una de las entidades (Coninagro)solicitó a Regúnaga que arbitre los medios necesarios para declarar el estadode emergencia o desastre agropecuario. Ello, ante la grave crisis que estánviviendo los productores ganaderos con los brotes de fiebre aftosa, lo que traecuantiosas pérdidas productivas y económicas, y la ruptura en la cadena depagos.