Restringen más el mercado cambiario
El Gobierno avanzó ayer en los controles cambiarios y fijó incentivos para que las empresas que mantienen deudas con el exterior intenten lograr fuertes quitas y alargamiento de plazos en la renegociación con sus acreedores. Esto operaría como un antecedente de la proyectada reestructuración de la deuda soberana.
Las normas se conocieron mediante comunicaciones y circulares del Banco Central (BCRA), que las justificó en la búsqueda de un andamiaje normativo que evite "marcadas fluctuaciones en el mercado de cambios". En cambio, analistas consultados por LA NACION interpretaron que forman parte de un Plan B al asumirse que no se llegará a un acuerdo con el FMI, opinión que fue compartida por un allegado al equipo económico. Algunas de las normas referidas a lo que en el BCRA se denominó eufemísticamente como "mercado único y libre de cambios" fueron objetadas por John Thornton, jefe de la misión del FMI que arribó ayer al país.
"La crítica central tuvo que ver con eso: ¿de qué mercado libre de cambios hablan si van hacia un mercado cada vez más controlado?", comentó un funcionario del BCRA en referencia a un breve contacto que mantuvo con el visitante. El avance de los controles quedó en evidencia tras conocerse tres comunicaciones:
La "A" 3711, por la que se redujo en un 60% (de US$ 500.000 a 200.000) el límite por el cual los exportadores están obligados a liquidar sus divisas en ventanillas de la entidad monetaria, lo que implica avanzar más sobre un negocio que hasta aquí dominaban los bancos. Cuando se avanzó en el primer control al respecto el límite se había fijado en un millón de dólares.
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La "B" 7472, por la que se achicó en un 40% promedio el montos neto de dólares que podrán mantener en su poder las entidades que operan en el mercado minorista por cuenta y orden del BCRA. Estableció que deberán tener una posición neta diaria de US$ 300.000, cuando posean 50 o más sucursales y US$ 150.000 cuando tengan una red comercial más reducida.
La "A" 3713, por la que obliga a que las casas de cambio con tenencias superiores a US$ 1.500.000 depositen los excedentes a partir del lunes en cuentas constituidas en el BCRA, no pudiendo sobrepasar diariamente esos montos "en márgenes que superen el 10 por ciento".
La "A" 3712, por la que fijó en 90 días corridos el plazo máximo para que las empresas destinen al pago de deudas en el exterior, "que no sean por capitalización de intereses", los dólares adquiridos en la plaza local.
En todos los casos, se trata de normas por las que el BCRA intenta ganar poder de intervención en la plaza cambiaria. Algunos operadores -que pidieron anonimato- consideraron que las medidas forman parte de un Plan B al considerarse que finalmente no se llegará a un acuerdo con el FMI.
"Sólo así, mirando el calendario de pagos que nos espera, se explica tanto empeño por tomar el control de casi todos los dólares", interpretó un conocido banquero.
Las sugerencias a los privados
El BCRA también desarrolló un criterio por el cual libera el giro de las divisas a las empresas que en la renegociación de su deuda externa logren quitas del "40% en el capital adeudado y extensión en los plazos de pago de 4 años" y con períodos de gracia para los reintegros de capital de al menos 2 años.
Para fijar estos parámetros, "abrevamos en los mecanismos previstos en la recientemente aprobada ley de quiebras", indicaron.
Las empresas y bancos que logren acordar con sus acreedores (están en juego pagos por US$ 35.000 millones) quedarán excluidas de la obligación de pedirle al BCRA autorización para girar pagos al exterior. El rígido esquema planteado, que impone que para la deuda renegociada "los pagos de intereses deberán ser como mínimo cada tres meses, y la tasa efectiva anual no podrá superar la LIBO a
