Se reactivan en Santa Fe dos fábricas de acoplados

25deSeptiembrede2002a las08:16

SANTA FE.- La Helvética y Montenegro, dos de las más importantes fábricas argentinas de acoplados del interior, líderes en su rubro hasta la mitad de la década del 90 y que hace menos de tres años ingresaron en sendos proceso de quiebra, vuelven a la producción, administradas por capitales privados de la zona.
.
La primera -La Helvética-, con planta en Cañada de Gómez, 224 km al sudoeste de esta capital, ya generó su primer producto: un acoplado de 24 metros de largo, a pedido de la firma Siderca, del grupo Techint, que será usado para transportar tubos de acero sin costura.
.
Lo de Montenegro, un complejo industrial levantado en jurisdicción de Villa Gobernador Gálvez, en el conglomerado llamado Gran Rosario, es más reciente, y significó el fin de un prolongado y traumático trámite de venta de la quiebra, que concluyó hace una semana cuando la jueza civil y comercial Delia Giles refrendó la aceptación de la oferta de un grupo de empresarios de la zona, que demandará un desembolso de 340.000 pesos.
.
Perspectivas de ampliación
.
La Helvética confía en que después del primer trabajo en su nueva etapa habrá posibilidades de seguir ampliándose. El establecimiento cañadense tan sólo pudo reincorporar 20 trabajadores del centenar que trabajó en la fábrica hasta su cierre.
.
Ricardo Romegialli, apoderado de la nueva empresa, comentó que la planta está dedicada a la reparación de unidades usadas, con una gran demanda de servicio de todo el sur provincial, pero también a la fabricación de modelos estándar -por ejemplo, un acoplado liviano- que se comercializará con la empresa Delaway, según quedó convenido hace algunos meses.
.
Si bien en esta primera etapa sólo se ocupa un mínimo de personal operativo, los directivos confían en que la reactivación agroindustrial puede constituirse en un trampolín para la actividad, lo que llevará a ampliar la oferta, con lo que progresivamente se puede llegar a ocupar 500 trabajadores, el mismo número de colaboradores que vivieron el esplendor de la planta, a mediados de los 90.
.
En cuanto a Montenegro, después de tres años la fábrica pasó a manos de un grupo de empresarios locales, que deberán invertir 340.000 pesos y además incorporar 30 de los 70 obreros que desarrollaron actividades en esa planta. Precisamente, una cooperativa integrada por los trabajadores que cesanteó Montenegro aportará la maquinaria de su propiedad, entregada por la empresa para acotar la enorme deuda salarial que luego concluyó con la quiebra.
.
"Lo que viene es un gran desafío, porque la devaluación del peso mejoró la posición de precios del acoplado argentino en relación con el brasileño", dijeron directivos de la firma.
.
El año pasado, Montenegro no se pudo vender porque fracasó el primer llamado a licitación, ofertando 7 hectáreas de terreno y máquinas. No hubo interesados al precio de 4 millones de dólares. Este año, y con los antecedentes a cuestas, hubo una reducción de dicho precio y entre más de una decena de oferentes la empresa pasó a manos de empresarios del lugar.