Despunta el negocio de la tierra

01deOctubrede2002a las08:02

El consejo del asesor y el análisis del productor tuvieron su punto de encuentro en la decisión de ampliar la escala agrícola

En medio de un contexto de incertidumbre económica y financiera, el mercado inmobiliario de campos surge como una alternativa de negocio, fundamentalmente para aquellos operadores que quieren dejar el dinero en el país y no cuentan con la seguridad de un sistema financiero que los respalde.

Hoy, los negocios de compraventa de explotaciones se están recuperando, tanto en el volumen de operaciones como en el nivel de los precios por hectárea, que comparados con el año último registran una diferencia de entre un 10 y un 20 por ciento según su ubicación, producción y escala. Al mismo tiempo, los valores para los arrendamientos han registrado mejoras.

Al margen del argumento financiero, muchos de los nuevos inversores se vieron alentados por la razonable rentabilidad del negocio agropecuario, a partir de la mejora de las cotizaciones de los cereales, que al estar relacionados directamente con la exportación arrastran sus valores a valor del dólar norteamericano. Respecto del alquiler de los campos para producir granos y carnes, vale recordar que el negocio atravesó tres etapas a lo largo del año.

En los primeros meses, una profunda incertidumbre político-económica determinó que se concertaran pocos negocios; más tarde (abril y mayo) se observaron focos de demanda y algunos alquileres se concertaron, casi exclusivamente en quintales de soja. Ya en agosto y septiembre se asistió a una actividad que muchos consideraron algo eufórica.