Aprendiendo con Brasil
No habrá que extrañarse si el próximo gobierno en Brasil termina aplicando una quita de 13% en las jubilaciones estatales y tampoco si llegara a apelar a las retenciones sobre las exportaciones primarias, un impuesto que recaería sobre una masa de u$s17.000 M de productos básicos. Así como la Argentina reflotó el año pasado el Impuesto al Cheque, basándose en la experiencia de ese tributo en el vecino país, ahora podría darse la sorprendente situación de un Brasil plagiando algunos de los últimos instrumentos aplicados en el Río de la Plata. Si bien esas medidas hoy no forman parte de la agenda en Brasil, conviene no descartarlas porque la dinámica de la crisis está empujando en esa dirección. No es tampoco que en Brasil consideren a la Argentina un espejo donde mirarse. No precisamente. Pero sucede que el debilitamiento de su economía es tal que las alternativas a mano son cada vez menos. Con un sistema jubilatorio estatal deficitario en 49.000 M de reales y con un dólar que se sitúa como mínimo 30% por encima del valor de equilibrio, si el país busca fortalecer el frente fiscal no tendrá más remedio que atacar esas fuentes de “privilegio”.
