El campo cortó el diálogo con el Gobierno

Duhalde rechazó la posición del sector al sostener que si se le da lo que pide "otros tendrían derecho a reclamar lo mismo"

16deAbrilde2003a las08:52

El Gobierno les dijo finalmente no a los reclamos impositivos y financieros del campo. Doce días después de haber recibido a los presidentes de las cuatro principales entidades rurales en la Casa Rosada, el jefe de Estado, Eduardo Duhalde, dijo que no hará ninguna modificación tributaria.

"La Argentina es uno de los países en el mundo donde pagan menos impuesto a las ganancias y nosotros no podemos avanzar dándole un beneficio a un sector porque hay otros que están todavía con más dificultades que el agropecuario y tendrían derecho a reclamar lo mismo", dijo Duhalde en una conferencia de prensa realizada al término de la reunión de gabinete.

La decisión irritó profundamente a los dirigentes rurales que dieron por terminado el diálogo con el Gobierno. "No apoyamos esta política económica que da la espalda a la producción y menos aún su continuidad", expresaron en un comunicado la Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro, Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y la Sociedad Rural Argentina (SRA). La molestia no se traducirá, por el momento, en paros o tractorazos, pero sí en un estado deliberativo, que incluiría manifestaciones frente a las sedes provinciales de la AFIP.

Hace doce días, Duhalde les dijo a los presidentes de la FAA, Eduardo Buzzi; de Coninagro, Mario Raiteri; de CRA, Manuel Cabanellas, y de la SRA, Luciano Miguens, que entendía los reclamos del agro y que iba a estudiar alguna solución.

El principal reclamo consistía en una postergación del pago del impuesto a las ganancias ante la decisión del Ministerio de Economía de no corregir los efectos de la devaluación y del rebrote de la inflación sobre los stocks iniciales. También solicitaron una revisión de la rebaja del IVA a los granos porque con la alícuota al 10,5% se provoca un crédito fiscal de recuperación imposible al establecer una alícuota del 21% para los insumos (semillas, fertilizantes y agroquímicos). Y, en tercer lugar, una corrección en el plan de refinanciación del Banco Nación.

Después de una serie de reuniones entre los técnicos de las entidades y de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos (Sagpya) se había acordado con el titular de esa repartición, Haroldo Lebed, corregir las distorsiones impositivas. Pero el consenso llegó hasta ese nivel gubernamental. Ni siquiera el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, aceptó firmar un acta con el acuerdo, aunque se comprometió a transmitir la inquietud en la reunión de gabinete. Duhalde, finalmente, aceptó las objeciones presentadas por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, y respondió con una negativa rotunda al campo. Lebed les comunicó la mala noticia a los ruralistas y automáticamente se dio por levantada la audiencia del Presidente con los ruralistas prevista hace doce días.

Por la tarde, los presidentes de las cuatro entidades agropecuarias expresaron en una conferencia de prensa su indignación con la actitud del Gobierno. Y convocaron a los productores agropecuarios a presentarse ante la Justicia para obtener medidas de no innovar en el pago del impuesto a las ganancias.

Sesgo antiproductivo

"La presión fiscal que padece el campo tiene un claro sesgo antiproductivo", sostuvo Miguens con referencia no sólo al problema de ganancias y del IVA, sino también a las retenciones a las exportaciones y al aumento de los impuestos provinciales, en especial en la provincia de Buenos Aires. Cabanellas, en tanto, consideró que la política tributaria en vez de incrementar la recaudación fiscal "incentiva a la evasión". Raiteri aclaró que "el campo no busca privilegios, sino pagar los impuestos que corresponda".

Técnicos de Coninagro explicaron que, por la falta de ajuste en ganancias, un pequeño