Ciencia: los laboratorios del aceite

Los profesionales de la industria avanzan con un programa de investigaciónEl programa de I+D de Asaga cuenta con dos proyectos casi finalizados y ahora va por la investigación básica

19deAbrilde2003a las08:39

Si bien la industria local es una de las más competitivas del mundo, en parte en base a una fuerte incorporación de tecnología, el monto destinado a investigación en Argentina es escaso en relación a la importancia económica del complejo oleaginoso.
Las razones son varias, desde las sucesivas crisis económicas hasta la falta de articulación entre el sector público y privado para acordar proyectos estratégicos de investigación científica.
En los últimos tiempos, algo está cambiando. En el caso específico de la industria aceitera y grasera, hay una entidad que tomó ese desafío. Se trata de la Asociación Argentina de Grasas y Aceites (Asaga), que reúne a los profesionales del área técnica de las industrias y sus proveedoras.
La entidad puso en marcha en 2001 un programa de Investigación y Desarrollo (I+D) que ya alumbró dos proyectos cuyos resultados están por conocerse en los próximos meses. Uno tiene que ver con la influencia de la temperatura en el uso de los expanders (equipos utilizados en el proceso industrial de la soja) y otro destinado a la caracterización de los ácidos grasos del aceite de girasol. Por estos días, también están analizando propuestas presentadas por distintos centros tecnológicos para avanzar en dos nuevos programas y se preparan para lanzar un llamado a concurso destinado a la investigación básica.
El primer intento de Asaga por incursionar en estas actividades comenzó en el 98. Durante un congreso de gerentes industriales realizado en Foz Iguazú se decidió impulsar un programa de I+D destinado a apoyar los esfuerzos de investigación que se realizaban en distintos centros dependientes del Conicet o las universidades estatales en proyectos que abordaran la problemática relacionada con el sector aceitero. Por distintas razones, el arranque definitivo del programa llegó en 2001.
Carlos Capurro, coordinador del programa de I+D de Asaga, recordó que en aquel momento se decidió encarar rápidamente un trabajo de investigación "para ver qué respuesta había". Así se lanzaron, en realidad, dos proyectos, relacionados con los expander y el aceite de girasol.
 

Los expandersEstas gomas que se eliminan del aceite por un problema comercial, si se las seca, se convierten en lecitina, que tiene un precio y un mercado. "Pero no todo el mundo tiene secado de gomas, más aún, es una excepción", explicó Capurro. Entonces las gomas se agregan a la harina, lo cual económicamente implica una disminución de rendimiento. La hipótesis de investigación es, en este sentido, "cómo al cambiar la temperatura cambia la cantidad de fosfátidos hidratables que se eliminan del aceite, dónde está el punto económico para trabajarlo, y encontrar cuál es la mejor temperatura de operación". Al mismo tiempo, se busca determinar "si las gomas que se eliminan cambian de composición al cambiar la temperatura".
Esta investigación está ya terminada en lo que hace al trabajo de campo y se estima que en pocos meses estaría el informe final. El ensayo se hizo tomando muestras de fábricas y además se construyó un equipo piloto e