La ganadería se reacomodó al escenario agrícola
Una fotografía satelital de los campos del norte provincial alcanza para ponderar el avance de la frontera agrícola. Pero la película completa del año ofrece matices alentadores para el sector bovino, que tras experimentar en carne propia la pérdida de terreno, pudo reacomodarse al nuevo escenario e, inclusive, volver a mostrar su potencial.
Prueba de ello es la fuerte apuesta que los gobiernos provincial y nacional han realizado, a través de diferentes programas, para respaldar y consolidar al tradicional sector, con el objetivo puesto en los mercados internacionales.
“Vemos un resurgimiento que apunta a la tecnificación. Hay mucho interés en el norte para hacer campos de cría con miras a engorde en mejores tierras”, señaló Miguel Picat, de la Sociedad Rural de Jesús María. Su visión coincide con la lectura de los productores de la zona, quienes luego de ceder a la tentación agrícola, reconsideraron a la ganadería por la caída en el precio de los granos.
“La gente está haciendo números, y eso nos permite suponer que alternará sus planteos productivos. Tengo la certeza de que nuestra actividad, que parecía reducida, va a resurgir”, apuntó Juan Carlos Tay, de La Ganadera de Jesús María.
Durante el año se observaron precios aceptables en los remates, con vacunos que fueron el paradigma de las mejoras introducidas en la producción de kilos por encierre. Pero a la vez, al Mercado de Liniers llegaron animales que no reflejaron la realidad. “Allí van rezagos de ventas particulares, con transparencia de precios y kilos”, agregó Tay, por lo que la mayoría de la comercialización se produce en venta directa de estancia.