En el norte, el trigo sufrió de estrés
Como viene ocurriendo desde hace varias campañas, el trigo rindió examen en el norte de Córdoba.
El Inta Jesús María, bajo la coordinación de León Murúa, ensayó 21 variedades de ciclo corto y 12 de ciclo largo, con la metodología de testigo a la par en tres departamentos del norte cordobés: Los lugares elegidos fueron La Mula Muerta (Totoral), Las Arrias (Tulumba) y Jesús María (Colón).
En la unidad experimental de Jesús María, las parcelas se sembraron, bajo riego, el 31 de mayo pasado.El lote destinado al ensayo tuvo como antecesor a la soja, que fue cosechada en abril.
Las muestras de suelo tomadas antes de la siembra derivaron en un dictamen de laboratorio que indicó un rendimiento posible –mediando excelentes condiciones climáticas– de unos 3.400 kilos por hectárea.
En los tres establecimientos, el método del ensayo fue con testigo a la par, usándose el material testigo con igual densidad y tamaño de parcela. Para los de ciclos largos e intermedios se usó Buck Guapo y para los ciclos cortos, Pro Inta Gaucho, ambas de primera multiplicación. Se utilizó una densidad de siembra de 140 kilos por hectárea en todas las variedades.
Se fertilizó a la siembra con 85 kilos por hectárea de mezcla de nitrógeno, fósforo y azufre.