Una candidatura internacional, otro choque entre la Argentina y Brasil.

Fue a raíz del fallido intento de Lula por poner a Seixas Correa al frente de la OMC. El lugar sería para un europeo que, junto a EE.UU., defiende los subsidios agrícolas.

La relación entre la Argentina y Brasil se parece a esos matrimonios que se meten los cuernos, pero que todos los domingos van a misa", dice un economista que está en el día a día de las peleas entre los dos gobiernos, dentro y fuera del Mercosur. "Es necesario terminar con las disputas de saber quién es más bonito y quién es más inteligente", acaba de decir Lula da Silva, como si en la cuestión él no tuviera tanta responsabilidad como la que parece atribuirle a Néstor Kirchner.

Uno de los últimos episodios de esta tenida ha sido la candidatura del brasileño Luiz Felipe de Seixas Correa a la secretaría general de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Seixas quedó fuera de carrera en la primera votación. Soterradamente, en Brasilia le reprochan a la Argentina que no lo hubiera apoyado. Desde acá responden que, para el momento en que Brasil postuló a Seixas, la Argentina ya había comprometido su aval al uruguayo Carlos Pérez del Casti llo, un hombre a quien los brasileños ubican en posiciones cercanas a las de EE.UU.

Un diplomático argentino que ve más allá de las rencillas recurrentes, saca algunas conclusiones certeras: