La cosecha de soja y de maíz ingresó en los últimos lotes.
Volvió a instalarse en la región pampeana el tiempo inestable, con alternancia de lloviznas, chaparrones y, también, períodos con mejoramientos temporarios...
Este escenario se mantuvo vigente durante la mayor parte de la semana, lo que generó condiciones térmicas sin grandes desvíos, con temperaturas mínimas extremas cercanas a 0 ° C para la zona centro-sur de la región, y máximas que oscilaron entre 20 y 25 °C. En cuanto a las precipitaciones, los mayores milimetrajes se dieron en el noreste de Entre Ríos y casi nada en el resto de la región, donde sólo se computaron escasos aportes por lloviznas intermitentes o chaparrones muy aislados. A partir de este diagnóstico se sigue acentuando la necesidad de agua para los niveles superficiales de los suelos que serán destinados a la siembra de trigo.
En la provincia
Traslasierra. Hasta el martes, el tiempo se mantuvo inestable, con lloviznas y lluvias menores. A partir de ese día comenzaron a mejorar las condiciones con la presencia del sol. A pesar de la cantidad de días con inestabilidad, la cantidad de agua caída fue poca: sólo entre 3 y ocho milímetros. De todo modos, lo que más preocupa en la zona es que por ahora no lleguen las heladas, ya que a la papa, que se encuentra en la última fase del ciclo de producción. Los campos de pastoreo van quedando pobres de oferta de forraje; preocupa la llegada del frío y la disponibilidad durante el próximo invierno.